Es confuso pensar en tantas cosas a la vez, mantener a tope la cabeza de ideas.
Tengo algunas buenas razones para hablar y otras máximas para guardar silencio. Es feo sentir que a cada paso de vista quieres echar atrás y no salir nunca más. En algún punto del sendero me resulta obsceno que valga, aun poco, lo que pienso sobre tal o cual situación. Al final todos hacemos lo que se nos pega la gana, así de sencillo. No quiero tomar partido, ni anclarme a situaciones que por puro azar o desatino me hacen participe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario