Hace casi diez años en el aula 2103 del CONALEP 218 aceptamos el nombre de las Vica’s. En ese entonces éramos algunas las que formábamos parte del grupo. Trataré de nombrarlas a todas, espero que mi memoria no me falle.
Vanesa: La mas inocente de todas, no porque supiéramos mucho de la vida pero es una forma de decir que sus experiencias eran menos que las de el resto de nosotras. Muy simple, complexión normal, con un poco más de caderas de lo común, cabello rizado y rebelde que solo le permitía variar el peinado de dos o a caso tres formas. Siempre la recordamos por su muy particular forma de bailar cuando ensayábamos coreografías en casa de Danny.
Víctor: Sin duda el más pintoresco de todas, es gay y nunca fue un secreto. Nos hacia reír con sus cosas y ridículas preguntas acerca hombres y por supuesto mujeres. Delgado, su perfil si lucía femenino, cabello lacio, negro y un poco largo. Lo recuerdo por la expresión afeminada que mostraba cuando algo era gracioso, grotesco u horrible; no podría describirla.
Viry: También conocida como la rana, aún no se porque. Recuerdo muy poco de ella, no era muy alta y usaba gafas todo el tiempo, simple y se llevaba de maravilla con casi todo el mundo; aunque en las clases no era igual. La cambiaron de salón empezando el tercer semestre. Le he perdido la pista aunque en alguna ocasión la mire cruzar la calle de la mano de una niña.
Isabel: Chabelita de cariño, es o era simpática, le encantaba bailar y nunca la mire fumar. Eterna enamorada y coqueta por naturaleza, la más bajita de estatura de todas, con un poco de sobrepeso y extraordinariamente exagerada al aplicar el rimel en sus pestañas, labios gruesos, cabello castaño, lacio que no teñía y llevaba casi siempre suelto. Católica y con una vida familiar confusa. Tocaba en la banda de guerra. La frase que la distingue es “Me estas quemando”, la dijo por primera vez un día que viajábamos en el Cherokee de Rocío (otra amiga) y con algunas copas de más Mirna le quemaba la frente sin percatarse del echo.
Carmen: Carmelita era demasiado infantil para la edad que teníamos. Hasta ese entonces no contaba con un historial romántico aunque le encantaban más de dos amigos. Estatura alta, con unas libras de más, cabello enfadosamente rizado, ojos grandes y muy expresivos, mejor amiga de Danny, risita contagiosa y enamorada del amor.
Cecilia: Supongo que era seria, delgada como espagueti y lucía extraña metida en el uniforme, con el mismo humor bobo de ahora, idealista y en ese entonces enamorada de Román (mi luna). No he cambiado mucho así que ya me conocen. La mayor de casi todas, muy inoportuna y la sabelotodo o inventa todo del grupo.
Alejandra: Digámosle Danny, es hasta ahora una de mis mejores amigas, como hermanas diría yo. Era complicada para su edad, ahorraba todo el tiempo, ordenada, es más alta que yo, complexión normal, con buen carisma y aplicada en clases cuando así lo decidía. En esa época la recuerdo buscando el amor, idealista, bailarina, coqueta y creo que es la que miraba mejor con el ridículo uniforme a cuadros. La Dj del grupo, nos mantenía al tanto de la música y tendencias de moda. Su letra se distinguía de las demás por ser grande y gastar más cuadernos.
Araceli: Nadie se llama así, es el nombre favorito de Mirna. Cuando empecé a buscar un nombre apropiado pensé en muchos y pues la M no encajaba, así que decidimos agregar su preferido. Mi otra hermana, la más alta de todas, en ese entonces delgada pero con curvas, piel blanca, ojos grandes, cabello largo y rizado que llevaba en una coleta. Aguerrida, fuerte de carácter, solía inventarse grandes mentiras, le gustaba fumar, comer cosas picantes aunque padecía gastritis.
Somos o fuimos muy buenas amigas, al paso del tiempo algunas otras personas se sumaron: Walter, Hugo, Angélica etc.
Ahora sólo somos tres y a veces cuatro. Danny, Mirna, Angie y yo. Hemos cambiado mucho, física, mental y emocionalmente, tanto que a veces creo que nos perdimos en el camino. Algunas otras veces nos encontramos tan cerca que podemos sentir lo mismo, besar a nuestro amor, guerrear contra lo que no parece muy justo y anhelar algo mejor que la delgada capa de realidad que nos cubre.
Diez años pasan rápidamente y a través de ellos hemos conservado una amistad a prueba chicos, rumores y mil cosas más.
Cecy =P
30/Abril/2009
En muchas ocasiones soportar las tormentas es difícil, pero en el fondo siempre tenemos la idea de que las buenas nuevas estarán a la vuelta de la esquina; lo cual las hace perder poder. Es cuando piensas en esa persona especial, en lo mucho que disfruta la vida, lo bienaventurados que se vuelven sus pasos mientras el olvido borra tu imagen de sus recuerdos antes recurrentes; quedando cada vez más sumida en un profundo sueño.
