Translate

Mostrando las entradas con la etiqueta Muerte. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Muerte. Mostrar todas las entradas

miércoles

Oasis

En muchas ocasiones soportar las tormentas es difícil, pero en el fondo siempre tenemos la idea de que las buenas nuevas estarán a la vuelta de la esquina; lo cual las hace perder poder. Es cuando piensas en esa persona especial, en lo mucho que disfruta la vida, lo bienaventurados que se vuelven sus pasos mientras el olvido borra tu imagen de sus recuerdos antes recurrentes; quedando cada vez más sumida en un profundo sueño.

A otros se nos da también sufrir la entrada a la mal andanza acompañada de amor, es decir, a esa felicidad que hace que vayamos poco a poco dejando atrás lo que solía mantenernos anclados a una nube muy lejos de tierra firme.


Es como pasar a través de un enorme telón, de una escena a otra y cambiar totalmente el curso de la historia. La llegada del sediento al oasis y el miedo de que todo sea una ilusión puebla los primeros instantes de tan inesperado despertar. Caminas lentamente por la orilla de los buenos sentimientos hasta que te atraen por completo inundando tu piel de esa capa que te hace brillar entre un montón de personas grises y somnolientas que atrapa la rutina.

Yo sufro los buenos tiempos, yo no me acostumbro a ellos porque en el fondo de mi ser germina la semilla del pasado como un hechizo maligno que no tiene remedio. Me siguen los recuerdos y la melancolía hasta el punto en que las primeras flores brotan -en abril- por mis ojos, oídos y las raíces me anclan a personas que quizá ya me han dormido en sus mentes, me han quemado en palabras y letras plasmadas en viejos papeles, en antiguos recuerdos que jamás volverán a traerme a sus vidas.

Me doy cuenta que he muerto de mil y una maneras en diferentes personas, que la vida que se suponía me pretendía sorprender con dicha se lamenta de no alcanzar su acometido rodeandome con esta aura que suele cubrirme y distinguirme haciéndome un ser extraño, sombrío y en ocasiones sin limites emocionales;  eso vive dentro de mi llevándome de la cruel soledad de sentirme acompañada de muchas personas sin poder tocarlas a la fraterna unión con un alma que me atrae a cruzar el telón porque la función debe continuar.... siempre.

 04/Abril/'12

martes

Corre


Mi guarida esta cerrada no insistas más,
la ciudad brilla tras la nube de fantasía ¡Por favor sólo corre...!

Las luces que vez son destellos de esperanza que se van apagando en mi,
corre lejos, piérdete en la distancia y olvidaré que existes.
Sólo por un momento quiero olvidar que alguna vez te conocí,
que te llevas el poco  amor mostrado en mucho tiempo.

Alejate, no lo pienses  mas, la vida nocturna y ruidosa espera por ti.
Yo quiero dormir  y perderme en otro ambiente,
uno diferente a lo que conocemos como realidad; esto que nos absorbe.

¿Y si estamos dormidos y caer es comenzar a vivir?
Sí, caer en un sueño profundo que nos transporte a lo que realmente merecemos
qué quizá por ineptitud u omisión no hemos captado aún;
sin llegar a ser un deseo palpable que pudiésemos lograr alcanzar.

Corre tras tu  vida, vana vida de juventud desperdiciada en presunciones;
hasta que la desilusión pueble tus días y te encuentres en mi lugar,
que algún día fue de otro que logro el sueño eterno,
ese deseo aún no concebido que vive dentro de nosotros.


viernes

Dando Guerra



La música tiene un efecto sanador equivalente a un cóctel de las mejores y más coloridas capsulas. Aun antes de sentir el enorme malestar algo me dice que esta a punto de hacerse presente. Cerrando los ojos empiezo a controlar el inevitable temor que se cuela por las grietas que han quedado tras el derrumbe de mi salud.

Si me encuentro en casa me acomodo en el sillón soltando toda la tensión que puedan presentar mis hombros, cuello y brazos. Enciendo el reproductor, dejo paso libre a cada nota emitida. Elevando los brazos y dejando fluir el malestar anidado en mi vientre aspiro grandes bocanadas de aire sosteniendo y manteniendo la mayor estabilidad para luego soltarlo en pequeñas cantidades. El estallido llega a su punto máximo cuando siento sudar frío y mis extremidades tiritan por unos minutos; aun así trato de concentrarme en lo que la música me hace sentir, sin dar demasiada importancia al inevitable dolor; las emociones brincan de un lado a otro y aun con todo lo malo que pueda parecer siento placer en vivir dentro de este caparazón y sigo el ritmo torpemente moviendo la cabeza y manos lentamente, mientras vuelve la calma.

Quizá por ahora mi cuerpo se encuentre en una tremenda guerrera pero por mi parte he decidido mantenerme firme ante la adversidad y aunque no pueda controlar todo lo que ahí dentro sucede en gran parte si puedo minimizar el daño, esperar con el mayor de los temples y serenidad la llegada de la victoria.

http://youtu.be/cJxTcFFErYg

domingo

Adiós, adiós abril...


Ha pasado el mes de abril. Estoy acostumbrada a que cada año me sorprenda un accidente y realmente tenia temor de lo que pudiera suceder; pero afortunadamente y comparado con el del año anterior fue mínimo, solo lloré un poco.

Sigo encerrada en casa a causa de mi desafortunado estado de salud, el desánimo ha inundado mis días y en ocasiones realmente me veo muerta. Me encuentro cansada de las personas que veo a diario y no me mal entiendan pero es muy frustrante ver como llegan y se van los minutos sin traerme una minima chispa de entusiasmo.
A mediados de mes sume a los quinientos días sin ti un año más (tú sabes a que me refiero). No todo a resultado ser malo, tengo un nuevo sobrino, sigo viva y acudo regularmente a mi terapia. Creo que empiezo a simpatizar con la psicóloga. Me escucha como solían hacerlo antes, se ríe de mis ocurrencias y compartimos anécdotas de personas que han sido importantes en nuestra vida; es lo bueno de vivir aquí, compartimos amistades. Tenemos un tema recurrente que inevitablemente comienza cuando me dice: "Enfócate en lo que te trajo aquí, como vas con... " lo cual me hace desviar la mirada y retraerme, la habitación de escasos metros se vuelve aun más claustrofóbica y el nerviosismo se torna evidente -sigue siendo difícil afrontar la verdad-. Hace días, justo antes de las vacaciones lloré tanto en una sesión que inevitablemente mi piel se volvió rojiza -cosa que me molesta en demasía- pero que despertó un sin fin de emociones que tenia congeladas en alguna parte de mi interior, un día después recuerdo haber escuchado en la radio una noticia, tristemente común en nuestra ciudad, un asesinato y actos por demás crueles contra un joven, en un momento comencé a llorar inconsolablemente por más de una hora; al final me sentí tremendamente tonta y por supuesto que paré de inmediato reponiéndome para ocultar el hecho a mi familia. Desde entonces una y otra vez llega el sentimiento que me embarga en momentos cuando la vida se torna diferente a lo que esperaba, a lo que aun espero. No digo que vaya a sobrevivir más años, justo estos meses empiezo a notar su paso en los surcos de mi piel -se supone que una mujer no debe decir tal cosa en público-; en algún punto perdí algo que cambio lo que era, la persona que solía decir con una carcajada, en el momento más inoportuno SOY UN HÉROE, para luego solucionar lo que seguía.
comienza mayo para ser un año mayor, más MADURA. Esto último no deja de darme un poco de risa, y a pesar de mi derrotismo juro que estoy sonriendo por la idea. No creo que llegue a ser tan madura y centrada como esperan mis padres. Incluso después de todos estos años no veo el día de aceptar tal estado emocional, mental y físico; realmente no me resigno. Por lo demás y a pesar de los pesares la vida sigue su curso, así que digamos adiós a este mes que termina y sigue siendo uno de mis favoritos.





lunes

Paraíso Amarillo





Cielo amarillo a la distancia, entre los techos y las arboledas se deja ver un rincón imaginario que en mi interior promete mejores tiempos, cálidos climas y tenue viento de esperanza.

Segundos fugaces, momentos inestables y se torna gris lo anhelado.

La noche cae y aquí sentada en la banqueta fría un pájaro muere en la jaula planeada por un árbol siniestro y rayado naranja. No me ánimo a salvarlo; todo esta perdido la muerte nos sigue a todos.

Finaliza el invierno, se debilita cada día más y en mi realidad todo se cubre de nieve. Soñando lo absurdo y recordando lo inevitable pasan los días; aceptando que la muerte repentina y cobarde aborde mi nave. Con el viento amenazando con llevarme y la locura a un paso de atraparme pierdo lo que debería de vivir; las heridas viejas no cicatrizan, la sangre hace una grieta en mi piel y el hedor a dolor predomina en el ambiente mientras las personas transitan las calles sonrientes. Mirándome extrañadas sus pasos se vuelven lentos; noto un gesto de desprecio atado a sus rosadas mejillas mientras el tiempo se equilibra y continúan. Se cierran mis ojos para no verlas mas, pronto lo que me inunda dentro me obliga a salir dándome cuenta que no tengo lugar donde permanecer estos últimos tiempos...



TaunWe
28/02/'11

domingo

Todo Se Vuelve Negro



Me sentía tan sola aquella mañana e intente animarme un poco. Baje de prisa las escaleras y me instale en la cocina, cruce mis brazos sobre la barra y acomode mi cabeza de lado mientras mi madre preparaba pan francés. Me ofreció sentarnos juntas y compartir el jugo pero era tanto mi desanimo que no respondí y a ello le siguió un grito llamando a mi padre – ¡Cielo… el almuerzo está listo! ¿Bajas o lo llevo a tu habitación? Preguntó impaciente mi madre. No recuerdo haberlos visto después de eso en casa, me levante y subí de nuevo a mi recámara. Mi cabello lucía desarreglado, mis pijamas estaban fruncidos por los días que llevan sobre mi cuerpo. Me tumbe sobre la cama individual aun con las colchas revueltas y entre en un largo sueño.
Al despertar era tarde, no entraba la luz por mi ventana y salí a buscar a mi madre. Me detuve frente a la barandilla de las escaleras y antes de bajar me percaté que nadie me acompañaba, solo las luces del árbol de navidad en la estancia apagaba y prendía al compás de un villancico. Baje y busque un vaso de leche, lo tome a prisa y sentí que ya nada tenía sentido. Mis tripas se removieron por la inanición de ya dos días. Empuje la puerta del baño de mi recámara, giré las perillas del agua y me quité bruscamente la ropa, sentí que mis costillas eran cada vez más visibles y tire de las bragas con rencor. Para ese entonces el vapor empezaba a inundar la habitación. Me di vuelta una vez desnuda y me causo aversión verme frente al espejo al mismo tiempo que presionaba play en el reproductor. Comenzó a sonar “When a blind man cries” y eleve el volumen sobre el ruido que hacía el agua al caer. Me duchaba y mientras pasaba mis manos por sobre los ojos aguantaba las ganas de llorar. Me prometí nunca derramar una lágrima por una relación como la que había terminado hacía escasas horas. No recordaba haberme sentido tan desolada; al parecer en el colegio me harían repetir cursos en verano y eso también me preocupaba. Me sumergí en la tina y contuve la respiración tanto como me fue posible, pero después de unos minutos emergí de un repentino sobresalto y golpee la superficie del agua espumosa con furia. Un calor me quemaba las entrañas y tomé del cajón unas tijeritas con las que mi padre suele recortar su barba. En un solo movimiento hice un corte a lo largo de mis muñecas y las metí al fondo de la bañera sin emitir ningún tipo de quejido, mi rostro parecía esbozar una sonrisa y la música cambio de ritmo… Led Zeppelin comenzaba con su hermosa guitarra a desvanecerse en mis oídos, “Bebe I`m gonna leave you” fue la última frase en escucharse y mis ojos se cerraron entrando en un sopor tranquilizante.

(El agua sigue cayendo hasta correr por el pasillo…)

Después de aquella escena lo que sigue son mis padres y hermana rodeándome con un gesto de enojo y alivio al mismo tiempo. Recuerdo no haber dicho una sola palabra a lo largo de días y noches interminables dentro de aquel mal oliente hospital.

Por fin era hora de regresar a casa, esperaba con ansias terminar lo que había comenzado en el cuarto de baño. Mi madre acomodaba todo lo necesario en una maleta de color azul y mi padre parado en la puerta miraba hacia la ventana cabizbajo. Me dispuse a retirar la bata rasposa y ponerme un traje deportivo, las heridas dolían en cada uno de mis movimientos. Una enfermera llamo a la puerta haciendo una seña con la mano forzando a salir a mis padres al pasillo. No pude escuchar nada de lo que ahí se dijo, entraron con la piel pálida y emitiendo grandes respiros, como si el aire de afuera no fuese suficiente.

Nos subimos al coche y emprendimos el viaje, aun no comentaba nada sobre lo sucedido y note que el camino a casa quedaba de lado para seguir uno muy distinto. Al fin llegamos a una construcción cuadrada, rodeada de una gran barda y con jardines en la parte de atrás. Me negaba a quedarme ahí internada y mientras mi madre me trataba de explicar lo bien que me haría estar ahí unas semanas note que desde la planta alta, a través de una ventana un hombre con la mirada perdida se asomaba. Las personas aquí parecen autómatas, me asustan.

Una vez dentro me aislaron en una habitación con apenas una cama anclada al suelo y un ventana pequeña bordeada por fuera de barandas muy gruesas. Aquí los días parecen interminables y las noches suelen no existir. Antes de que la luz del sol se aleje nos suministran medicamentos para mantenernos bajo control. Realmente no hay mucho que hacer y algunos pasan las horas mirando hacia el jardín, como buscando una salida, un orificio u alguna otra forma de saltar y escapar.

Esta noche he resuelto no tragar el medicamento y entonar bajito toda la noche mis canciones. Recordar mi vida anterior o solo disfrutar el estar consciente de que aun puedo decidir algo.

Ya pasan de la media noche y me siento abrumada por la soledad y el silencio. Abro con mucho cuidado la puerta de mi habitación y la guardia parece haberse movido de su lugar habitual. Camino por el pasillo y siento como el viento corre haciendo crujir algunas láminas sueltas en lo alto del edificio. Tengo frío y me rodeo con los brazos mientras avanzo de puntillas. Escucho ruidos y voces dentro de una de las habitaciones. Me asomo empujando la puerta sin percatarme del ruido que hace al abrir. Un enfermero con un tono de impaciencia reprende a un interno, siento que pronto estaré en problemas si no regreso a mi cuarto. Lanzo una mirada de a el hombre asustadizo y me retiro lo más rápido que puedo olvidando la puerta abierta. Por fin llego a mi habitación, me siento sobre la cama dura, muevo mis manos y mis pies tintinean. La luces ya tienen unos minutos encendidas, escucho pasos apresurados por el pasillo… una enferma entra y trae consigo una jeringa cargada; no me resisto, me toma del brazo y la inserta causándome un dolor intenso al pasar el liquido a mi cuerpo. Me recuesto cerrando los ojos al mismo tiempo que pienso que esto es un infierno y es ahí cuando todo se vuelve negro.

Taun We

lunes

Antes de hablar


Las personas juzgan la parte de historia que suponen compone el total de este cuento; sin saber que ha sido sinuoso el camino recorrido. Que en días extraños cuando la muerte se sienta a mi vera y murmura  frases de esperanza, hasta las personas presas en mis fotografías comienzan a desvanecerse; el papel se torna blanco y la soledad firma mis noches.

Taun We
Mayo/2009

sábado

Pre, Pre, Pre-Nada



A poco no sería especial tener la oportunidad de invitar a tus seres más queridos, familia y amigos, cual si fuera una fiesta, a tu pre-funeral. En muchas otras ocasiones lo he pensado. Creo que batallaría para acudir a la invitación de alguna persona muy querida, más si es parte de mi familia; pero si fuera al mío iría totalmente consciente de que esto implica salirse de lo acostumbrado, se supone que el “honrado” debe estar dentro de una caja de madera y telas lisas en tonos grises que resalten su poca elegancia, con la faz pálida cual ostia y con ese gesto que nunca le reconocimos antes. Recuerdo en algún funeral haber dudado de que sea la persona que conocí; tal vez porque nunca había experimentado el estar muerto ¡Eureka!

Yo lo tomaría con aparente calma; o tal vez no porque tengo tantas cosas pendientes por hacer y muchas cosas que sentir, tocar, besar, saborear. En este momento me encantarían unas crepas repletas de cajeta, ¡ah! Aparte de quedar como una golosa frente a todos también queda claro que no cabe duda que no estoy lista para mi adiós.

Que tal que en uno o dos meses preciso esos brazos grandes que me rodeaban brindando calor en un día lluvioso ¿Qué pasaría en ese hueco sin mi? Son tantas cosas las que giran en torno a una vida, cosas tan simples y muchas las miradas que le siguen los pies. Soy tan insensible que en este momento he reconocido la angustia de perder a una persona cercana, tan próxima como se experimenta el cerrar los ojos y encontrar lo que jala aire desde el centro de tu pecho, lo que se expresa y a veces desconoce lo que el espejo le muestra (alma, esencia, etc.)

 No pensemos en morir, al menos no en este segundo, respiren profundo y den gracias por lo que tienen, ya que la raya que separa la vida de un cuerpo inerte y poco elegante se reduce a una oportunidad. Me despido pidiendo justamente eso…

P.D:
“Anhelo una más, merezco y sé que la vida no termina así, no es justo, no quiero eso para mí. Al menos sin despedida consiente… No, no por favor, no teniendo la muerte a mis espaldas tratando de abrazarme mientras escribo.”


Taun We


miércoles

Sarah



La oscuridad lo cubrió todo y la habitación de Sarah lloraba sangre, ella lo vio todo, no se lo contaron, ni siquiera lo tuvo que imaginar. Después de esas horas nada volvería a ser igual; la sábana teñida de carmesí no ocultaba el dolor de la cama al ver a su ama desfallecer poco a poco tras la línea de dolor que marcaba su cuerpo; tantas horas compartidas de sueños sin fin pero ahora el susurrar del llanto y las sombras aproximándose fueron lo que desató el calvario que  no sometió  el amor. Bajo el lecho se encontró la caja que guardaba  cartas de soledad y desolación que resistía en su mente. No lo podían creer, era tan jovial y una luz parecía cubrirla dando a su mirada un efecto de bondad, sin embargo, una vez que la penumbra llegaba su alma, daba un giro y  las voces la perturbaban hasta que la persuadieron a caer…aun sigue derrumbándose mas allá de la muerte y el olvido. Ojos vivaces enmarcados en un negro profundo; labios carnosos y sonrisa a flor de piel mostraba la fotografía sobre el ataúd de color marrón que rodeaban las personas abatidas y llorosas por la pérdida. Flores, miles de flores habían empezado a llegar y en la esquina de la habitación susurraban una oración con el firme propósito de salvar su alma, pero no hubiesen sido suficientes; ni mil ángeles suplicando lograrían protegerla de lo que anheló tanto tiempo. Dolor eterno y llanto seco cubrirán su cuerpo zurcido sin alma.

Camino al camposanto el silencio reinaba; alrededor las aves callaron y el agua se limitaba a deslizarse suavemente por los rostros y árboles para no empañar la paz que cubrió  de pronto la ciudad. Tras un tronco milenario se escondía una silueta que pocos percibieron; la llovizna lo había abrazado y solo esperaba ver por última vez a la chica que le había ocupado pensamiento y esperanzas. Mientras pasaba el cortejo fúnebre  Joseph sentía como el color perdía brillantez y el cielo carecía de estrellas; recordó entonces como en alguna ocasión las miraban recostados sobre el pasto, su felicidad  era casi completa y de no haber tenido que despedirse lo seria eternamente. Una lágrima regresó a Joseph a su triste realidad y anheló besar su mano por ultima vez antes de que la tierra la cubriese para siempre; se imaginó corriendo y cumpliendo su deseo al mismo tiempo que se susurraba lo inútil que seria aquello pues su cuerpo inerte no lo hubiese  percibido. Una tras otra gotas frías salieron de su ser y no logró recuperar el aliento y contener el nudo que se abrió espacio entre su piel y huesos, como si fuese  a salir un ser extraño y retarlo a  muerte.

-¡Sarah! Gritó desesperado con la voz entrecortada por el dolor.
Aquel grito lastimoso llamó la atención de todos los asistentes al mismo tiempo que  Joseph caía al fango. Un chorro de alcohol, ácidos estomacales y materia blanca brotaron de su boca obligándolo a incorporarse con las pocas fuerzas que aun conservaba; se sacudió rápidamente y su silueta enfermiza se perdió entre las criptas y la falta de luz…



Taun We

Ni Temas, Ni Desees La Muerte. (Blog Retro)



No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.

Stefan Zweig (1881-1942) Escritor austriaco.




En ocasiones disfruto mucho hacerme la muerta, el intento no dura más de unos minutos, el tener una chispa de luz danzando, brincando y sollozando (Shocho) no da mucha oportunidad de experimentar a fondo el sentimiento. Dicha lucecita aun no pronuncia bien las palabras pero lo intenta con tanto empeño y todo el día que alguien tan inocente como yo diría seriamente que algo más procesa el cerebrito en desarrollo que posee.

Cerrar los ojos, sentir como late un corazón ajeno a lo que crees tener y tratar de bajar la frecuencia de tu respirar te acerca un poco a lo que seria morir realmente, tal vez algún día quede en el intento, pero que mas da si no me percataré del hecho.

Has visto el volar de una mariposa, sentiste el dolor en la nuca cuando caíste del columpio mal amarrado que se improvisó una tarde y aun así subiste con todo el ánimo; te dolieron las rodillas por volcarte de la bicicleta y percibiste el calor de la sangre al fluir por tu nariz o muñecas, según sea el caso; eso es percibir la vida, tengo muchos ejemplos que quizá ya te pasaron o giraron a tu alrededor para que la vieras reflejada en la cara de otro infeliz que sufrió por su osadía. Aun y con todo esto me complace mucho el minuto al día que logro estar indiferente a la vida, cerrar concientemente una vez mas los ojos y desear intensamente que no vuelvan a percibir un rayo de luz; los labios, palabras, el corazón, extraños pasajeros y sentimientos que tacho de polisones pues nadie los ha invitado a subirse a mi barco.

Pero si realmente muero y me encuentro consiente de ello, ¿Cerraré los ojos con las fuerzas que tenga y desearé estar viva? Es extraño pero la idea de verte muerta te inyecta ganas de vivir, cuando volteas atrás solo puedes mirar un camino que elegiste y por las razones que fueran ya está trazado, y al visualizar mínimamente tu futuro nada se distingue más claramente que la muerte aguardándote.


Cecy =P

La Muerte Es Una Vieja Historia y, Sin Embargo Siempre Resulta Nueva Para Alguien.



Esta mañana pasó la muerte rozándome, pero no me buscaba a mí. Se instalo en la cama 402 del hospital donde se recupera mi Papi. El nombre de la víctima no lo conozco; yo solo sé que fue muy rápido, su cuerpo lucia por demás enfermo y acabado, las arrugas cubrían rostro y manos, espalda encorvada, piel morena y extremadamente rígida, sus extremidades tintineaban incansablemente; su esposo sollozaba a un costado de la cama tocando su frente mientras me pedía que llamara a una enfermera para que le brindara un poco de ayuda...llego tarde, no encontraba a nadie y un tipo con bata y bastante insensible ignoro mi llamado, minutos después el mismo diría con tono indiferente que no pasaría de este día. Ya sabia el desenlace cuando el nuevo viudo entro en el apartado donde conversábamos en voz baja, lagrimeaba y no tuve que decir, no se me ocurrió nada, creí que abrazarlo era extraño así que me contuve y baje la mirada. Mi padre le dijo a manera de consuelo que son cosas de Dios y que ya era su tiempo de descansar.
-Solo me quedaron sus recuerdos _me dijo tristemente y mostró una credencial desgastada con la fotografía de la que fue su compañera -cuanto lo siento, dije y me retire mientras él señalaba algunas cosas a las otras personas que ahí estaban. Me mire en un espejo que se encuentra al final de la habitación, tuve muchos emociones y agradecí no encontrarme en una situación similar, pensé en mi familia y en mi madre; quería llorar, pero no lo hice porque de nada vale, así que trate de olvidar el tema, eso es muy fácil de hacer, ya que en los lugares así el ruido y quejidos te consumen o simplemente te encierras en un libro. Una hora después llego una camilla empujada por un hombre, entraron en la habitación 401/402 y salieron acompañados por una bolsa fría de la cual se podía adivinar la silueta dentro de ella; me conmoví al verlos y me pregunté a cual de todos los apartados del infierno llegaría su alma o que número la aguardaría en la fila que conduce al cielo. Hace tiempo que no pasaba la pálida tan cerca de mi, había olvidado el halo de sentimientos que deja tras de sí… y me sentí un poco mas viva que de costumbre. Seguramente en un corto tiempo me enterare que nació una personita y mis sentimientos volverán a su cause normal.


Cecy =P
16/Nov./2008

lunes

Ya no quiero vivir más


A veces sé que no lo merezco pero disfruto mucho dormir tarde; que las sábanas acaricien mi cuerpo mientras tu recuerdo agasaja el alma formando un nido de insectos en el interior de mi estomago. Me encanta observar el baile de polvo al compás de mi canción favorita, el silbido del viento colándose por mi ventana; no darle el paso a la lluvia a pesar de su incesantes golpecitos a través del cristal. El crujir de las hojas de otoño bajo mi tacón, escribir en la capa que a veces cubre mi carro el nombre de la persona que amo, llorar por llorar, reírme de la última vez que emprendí el viaje con mi ropa invertida o simplemente robar el helado que alguien dejo en el enfriador para después. ¿Porque alguien como yo no quiere vivir más, porque alguien como tu no tiene las palabras urgentes que se requieren en estos casos?

Los días que lloro prefiero que sean sin razón y parecer tonta a tener motivos para hacerlo.

24/Nov./2008

viernes

Cama Seca



Rumbo al monte camina la india.

Carga el sol en la espalda que ya el cuello le quemó.
Sus pies descalzos dan pasos cortos,
ya no preguntan a donde van. 
Piel oscura y gruesa que simulan una armadura.

Cabello largo y trenzado con un listón al final
que dice adiós al pasar del viento.
Finge una sonrisa inocente,
ni mueca de ilusión se asoma en sus ojos vidriosos sin anzuelos.
 
Cada atardecer a su regreso
la india susurra bajito una canción que parece darle consuelo,
en cada rima a cada paso con la luna iluminando su sendero.
Le he visto pasar de mañana y aún nadie le acompaña.

Más sombría, más ausente bordea el río para subir a la montaña.
Un recuerdo parece rodearla, un sollozo la sigue de cerca.
Hasta donde mí mirada la abandona un aroma le cuenta las mermas.
Caminando entre piedras y memorias dejó su regreso en el olvido.

Hoy del monte solo baja el desconsuelo;
pues bajo un pino grande como sus quimeras,
cobijada por la madrugada y hojas secas
la india sin que nadie lo notase se ha dormido.

Cecy.

Tiempo Lento


-Adelante… Ahora la habitación es un desastre.
Hace días  no te llamo, ni siquiera por equivocación. Creo que volví a culparte de todo lo que comenzaba a sucederme y mi resentimiento se tornó hacia ti.  
Aquí estamos como tantas veces vivimos, la tempestad pasó. En los días que tus ojos clausuraron no estuve a tu lado; y las noches que mis brazos te extrañaron no quise evocarte, me volví un tanto orgullosa… lo siento.  Agrega una contrariedad más a la interminable lista de sinsabores que te cause.
-No digas que todo parece estar en orden porque no es así; engañosamente los libros, calzado y demás objetos están ocupando el lugar acostumbrado; sin embargo fingen… creo que están confundidos. El tiempo avanza lento, los zapatos no encuentran el camino correcto a donde guiarme. La ropa perdió la forma exacta de mis curvas escasas y se desliza por mi cuerpo sin añadirle una pizca de vida y lo peor son los libros; cuando voy en busca de alivio, de sus conocimientos se mezclan las letras y no logro descifrarlos, el color se pierde, las portadas comienzan a esfumarse y termino por tomarlos con cuidado, guardarlos en el lugar donde antes descansaban por temor a que se prendan en llamas sobre la cama que no consigue mostrar empatía y llevarme a un mundo de ensueño donde  me encuentre fundida a la persona que amo.
Toma asiento, aquí junto a mí. Dime que ha pasado en estos días de ausencia.
-¿Me extrañaste?
Yo lo hice incontables veces al día, cada día; llegue a odiarte tanto y con tanto empeño. Deseaba cosas extrañas y  adherí a tu recuerdo las frases y momentos de desamor que me hiciste pasar. Pero aun con todo eso no conseguí sacarte de mi mente, nada funcionaba y pronto me dí cuenta de la falta que haces, del calor que falta en el lado vacío del colchón y la conversación a la hora del café.
No debí dejarte marchar tan a prisa, con esa molestia sobre los hombros y marcada en el entrecejo. Espero que donde habitas ahora todo sea calma y tranquilidad. Imagino que no es como lo pintan y supera cualquier cuadro o idea planteada a través del tiempo. El mundo de los vivos y no tan vivos como yo te añorara terriblemente, tu sonrisa,  berrinches y esa manera diabólica de esconder tus maldades tras una mueca burlona. Todo hará falta, dejaste un hueco en mí vida y no te olvidaré.
-Ahora déjame dormir sobre tus piernas como lo hacia antes. Cuando me diluya en un montón de  sueños vanos toma mi cabeza entre tus manos, colócala sobre el cojín azul. Impregna tu aroma en la habitación, lanza un beso al viento al dejar atrás el umbral.
Trata de no alejarte demasiado, aun no estoy lista para eso.
No olvides cuanto te amo.
Cecy =P
Julio/2009

Despedida



En el fondo solo espero que después de que mis manos suelten tu mano me busques. Que el día que deje de entrometerme en tus sueños, cuando sientas que no avanzo a tu vera desees que vuelva a ti, a tu lado y viaje transparente como el agua que empapa los cuerpos por las tardes. Quiero que busques mi música y dejes que se deslice sobre ti; que sientas mis latidos y te acurruques junto a mi recuerdo cada noche. No quiero ser eterna sobre la tierra, deseo tatuarme en tu mente y fundirme junto a tus restos cuando hayas dejado de respirar.


Taun We
19/Nov.

Soñando despierta


Silenciosa, con los ojos hinchados y cubierta por lo único que es capaz de acompañar a los noctámbulos frustrados por no conseguir descansar, la amiga inseparable, la noche que nos deja estar a solas y a la vez sumergidos en cajas de la mente que contienen viejas ideas, recuerdos muy queridos y un sinfín de anhelos. Digamos que descansar por ahora puede ser dejar ir mis sentimientos y plasmarlos en hojas blancas que contrastan con el manto alrededor. Hay deseos ocultos en mi interior y me considero lo suficientemente atada a una vida que nunca imagine, como para tratar de alcanzarlos. Nunca pensé que me pudiera absorber el futuro como lo hace hoy. Deje anclada mi vocación para aventurarme por un camino que me auguraba días soleados y noches tranquilas. En lugar de eso he sorteado en ratos veredas angostas, calles empedradas, bajadas que no terminan y ascensos que agotan el alma. Estoy cansada de no ver el final, de no llegar a un árbol frondoso que me resguarde del sol de la tarde, me brinde algún fruto dulzón para quedar en un letargo interminable.

Taun We

martes

Pócima de desaliento



En una capsula se encuentra la razón de que siga de pie. Se comprime tanto mi vida, al igual que el contenido del medicamento que avanza por mi organismo inyectando un poco de vitalidad en cada célula y tiñendo de rojo mi decolorada sangre. Estos días de convalecencia me han resultado frustrantes; empiezo a notar que las personas me tratan como si fuera de algún tipo de material frágil, he olvidado el errado orgullo que me acompañaba, siento que las personas pueden ver lo que habita dentro de este cuerpo, como si mi carne se hubiera vuelto transparente. Perdí la capa que me cubría y ayudaba a dar una apariencia de fortaleza y estabilidad. Las cosas se han tornado un poco difíciles, y no sé si es porque a casi un mes de haber contraído este virus no logro recuperarme del todo y resulta un tanto enfadoso para las personas que me rodean. La verdad es que en ratos no tengo ánimos de salvarme; creo que no tengo mucho por que seguir y me enfrasco en un estado anímico que solo me lleva a dormir sin soñar, aun escuchando lo que gira, suena y se mueve a mí alrededor, no siento deseos de abrir los ojos. Aun estando despierta no logro imaginar un futuro lejano en mi vida.

Taun we

Antes no



No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto, puede que un soplo de vida se cuele en mi organismo y olvide lo muerta que he quedado sobre la alfombra.
No susurres mis letras cuando sepas que he muerto. Al escucharlas, después del tiempo transcurrido, posadas sobre tus carnosos labios pueden atraer una brisa fresca que me recuerde la sensación de tenerte junto a mí en aquellas tardes lluviosas que nos brindábamos calor.
No le digas a quien te acompañe quien fui o que persona intente ser. Guárdate las anécdotas porque buenas o malas pueden traer sobre ti la maldición de volverme a la vida en sueños fugases que te recuerden lo errado de nuestras decisiones.
No pronuncies mi nombre frente a mi lecho de madera y telas lisas; no estaré consciente de mi inesperada muerte y al oír tu voz llamándome será como morir mil veces.
No lo hagas, nunca lo intentes. No pronuncies mi nombre. Ya no estaré para escucharte, ya no tendré la puerta abierta de regreso… No podré volver a besarte.
No sentiré calor, ni simpatía por tus actos desesperados de perdurar sobre el tiempo. No estaré cada día para esperar lo que antes de mi muerte no será.

Taun We