Bellas palabras, dichas a su justo tiempo son la mejor trampa del cazador.
Te engancha e inmoviliza de donde difícilmente puedes liberarte; el alma. Se vuelven una red que invade tu mente pausada y cálidamente.
Caí rendida, fui uno de sus premios; hoy cortará mi cabeza para decorar su añeja habitación de memorias.
Taun We
2 comentarios:
"...para decorar la añeja habitación de memorias." :)
Hola, que gusto saber que andas por acá. Saludos enormes Isidro 😉!!!
Publicar un comentario