Mi cuerpo al tuyo y el tuyo al mío.
Los dos bebiendo
de un mismo aire.
El pulso latiendo
y el muslo aprendiendo a leer en Braille.
Bailar,
como creencia, como herencia, como juego.
Las sombras en el muro de la cueva,
girando alrededor del fuego.
La música bajo los árboles
y nos siguió por las llanuras.
La música enseña, sueña, duele, cura:
Ya hacíamos música muchísimo antes de
conocer la agricultura.
La idea es eternamente nueva:
Cae la noche y nos seguimos juntando a
bailar en la cueva.
Bailar, bailar, bailar, bailar!
Me guías o te guío yo?
Jorge Drexler / Bailar en la cueva
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