Mi guarida esta cerrada no insistas más,
la ciudad brilla tras la nube de fantasía ¡Por favor sólo corre...!
Las luces que vez son destellos de esperanza que se van apagando en mi,
corre lejos, piérdete en la distancia y olvidaré que existes.
Sólo por un momento quiero olvidar que alguna vez te conocí,
que te llevas el poco amor mostrado en mucho tiempo.
Alejate, no lo pienses mas, la vida nocturna y ruidosa espera por ti.
Yo quiero dormir y perderme en otro ambiente,
uno diferente a lo que conocemos como realidad; esto que nos absorbe.
¿Y si estamos dormidos y caer es comenzar a vivir?
Sí, caer en un sueño profundo que nos transporte a lo que realmente merecemos
qué quizá por ineptitud u omisión no hemos captado aún;
sin llegar a ser un deseo palpable que pudiésemos lograr alcanzar.
Corre tras tu vida, vana vida de juventud desperdiciada en presunciones;
hasta que la desilusión pueble tus días y te encuentres en mi lugar,
que algún día fue de otro que logro el sueño eterno,
ese deseo aún no concebido que vive dentro de nosotros.