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lunes

Paraíso Amarillo





Cielo amarillo a la distancia, entre los techos y las arboledas se deja ver un rincón imaginario que en mi interior promete mejores tiempos, cálidos climas y tenue viento de esperanza.

Segundos fugaces, momentos inestables y se torna gris lo anhelado.

La noche cae y aquí sentada en la banqueta fría un pájaro muere en la jaula planeada por un árbol siniestro y rayado naranja. No me ánimo a salvarlo; todo esta perdido la muerte nos sigue a todos.

Finaliza el invierno, se debilita cada día más y en mi realidad todo se cubre de nieve. Soñando lo absurdo y recordando lo inevitable pasan los días; aceptando que la muerte repentina y cobarde aborde mi nave. Con el viento amenazando con llevarme y la locura a un paso de atraparme pierdo lo que debería de vivir; las heridas viejas no cicatrizan, la sangre hace una grieta en mi piel y el hedor a dolor predomina en el ambiente mientras las personas transitan las calles sonrientes. Mirándome extrañadas sus pasos se vuelven lentos; noto un gesto de desprecio atado a sus rosadas mejillas mientras el tiempo se equilibra y continúan. Se cierran mis ojos para no verlas mas, pronto lo que me inunda dentro me obliga a salir dándome cuenta que no tengo lugar donde permanecer estos últimos tiempos...



TaunWe
28/02/'11

miércoles

Deleznable


Después de varios días de estar en medio de una rutina que me resulta un tanto enfadosa y me hace sentir muy mal decidí salir; me han resultado pésimas las cosas. En la mañana me sentía enferma por no dormir lo suficiente, a penas llegue a casa y son las 3:15 a.m. y supongo que se repetira la historia.

Una de mis amigas fue acosada por un tipo que se decía pertenecer a un grupo de maleantes muy conocido por todos nosotros, me echaron a perder la noche y básicamente tuvimos que salir a prisa del lugar donde se suponía la pasaríamos muy bien ¡Estoy tan molesta!

Hoy reconocí a una persona que vestía una playera naranja y me dieron ganas de exprimirla y tragarla como a una fruta, pero es demasiado gordo para mi dieta.

Mientras las luce neón bailaban sobre las personas y paredes que limitaban el lugar me sentía como un espacio hueco, algo que no percibimos pero que ahí está todo el tiempo viendo cómo pasan los momentos sobre lo material y sobre la piel de las personas. Todo esto solo me deja la idea de que solemos ser tan frágiles que muchas veces huimos del peligro por miedo a quebrarnos, y estoy cansada de escapar, de voltear, de esconderme y de fingir.

No quisiera aceptarlo pero cada día descubro que el mejor lugar para salvaguardar mi integridad y la de las persona que a amo es mi casa, este terreno que sabe que no soy su dueña, esta casa que por más que pretendo mantener en buen estado y aun sin conseguirlo me protege del clima y de muchas, muchas personas que han tratado de hacerme daño; de rasgar nuestra piel, escuchar nuestro dolor, personas que pueden darse el gusto de no sentir nada y aun así continuar.

En qué libro estoy viviendo, ¿En que historia de terror me encuentro sumergida?

Quiero que alguien me salve, estoy tan asustada y aun así no puedo decir lo que siento; extraño tantas cosas y los días pasan... pasan sin logran detenerlos. Hoy me dijo Roxxx que nada está perdido que no pueda recuperarse, quiero creer en eso, creer que tengo una esperanza de amar como hace unos años o días, o lo que sea conocí como amor. En fin, ya he perdido la práctica de hacer algo tan extraño como teclear mis sentimientos y dejarlos plasmados en esto que se supone era un blog pero que oficialmente es un depre-diario de lo que suelo respirar: mi vida.



Taun We

viernes

Hablemos de Historia

 
La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable.
Bertrand Russell


Por lo tanto me queda mas que claro que nuestra historia es la suma de todo aquello que pude evitar y no se me dio la gana hacerlo. Es el total de un sin fin de emociones prohibidas que no debí sentir nunca y que sin embargo aun hacen latir mi corazón. Nuestra historia no es nada, comparado con lo que mi historia ha echo de ella estos últimos años, tu relato no tiene valides sin la parte que a mi me toca contar, tu cuento se queda corto y se pierde en el tiempo porque para ti no represento un esfuerzo, la lucha la puse yo... el sudor de esas noches fue mio y los besos que saboreamos los impulse a ser dulces solo yo. Nuestra historia, nuestra aventura y todo lo que de ella se desprende es como toda la historia del mundo, nadie la comprende, algunos la leen y sin embargo aun me sigo preguntando si realmente paso.

Taun We



Contoneo


La mire por primera vez una mañana fría, el vidrio que nos separaba estaba empañado por el vapor del café de todos aquellos que nos refugiábamos y tratábamos de despertar para ir a realizar nuestras labores. Unos días después cruzo la calle dentro de aquella tela ceñida a su cuerpo; empujaba algo similar a un carro de supermercado o quizás una carreola, una de las grandes, la verdad es que solo recuerdo el contonear de sus caderas al perderse entre la gente que iba y venia; mi mirada se quedo quieta hasta que se borro de mi vista. No se como sucedió realmente y unos meses después compartíamos una taza de café, justo en aquella mesa donde me encontraba la primera vez.

Ahora su mirada se fija en mi, y me pone un poco nervioso el hecho de saber que soy el centro de su atención. Parece ser muy abierta con todos los que la rodean, nada la intimida y habla mucho, se acomoda el cabello y sigue conversando. Muevo la cabeza en señal de aprobación y no parece incomodarle, continua con su relato. Mis codos descansan sobre la mesa mientras doblo una y otra vez una servilleta, cesando en mi intento solo cuando tomo la taza, con manchas en tonos negros que simulan un vacuno, y doy un pequeño sorbo al liquido caliente. No se como lo logra hacer, es la segunda taza que termina y un par de galletas han espolvoreado la mesa de pequeñas partículas de azúcar y migas.

Me pregunta algo y no entiendo a que se refiere, respondo con otra pregunta y ella contesta sonriente, lanzando una carcajada al aire, como si supiera que solo la acompaño por la irremediable atracción sexual que despertó en mi aquella escena de eróticos movimientos. El solo hecho de pensar en ello hace que mi miembro y mente se inquieten. Comienzo a imaginarla con poca ropa, tal vez un poco de encaje y a media luz. En silencio y solo escuchando los leves murmullos de mi voz... de pronto rechina la silla que la aguantaba y se levanta tomando rápidamente su bolso, voltea a verme y se disculpa por la brusca despedida prometiendo otra salida. Se acerca lentamente, tan lentamente se mueven sus labios rosados hacia mi mejilla que parece que el tiempo se ha modificado solo para que disfrute el primero de muchos besos que deseo conseguir. Se escucha por fin el tronido de sus labios al rozar mi piel e inmediatamente mis ojos se cierran en un acto involuntario y el aroma de su perfume se mezcla en mi interior. El tiempo se estabiliza, solo acato a decir... Nos vemos. Se aleja con grandes pasos mientras su sonrisa se guarda en mi memoria y la campana de la puerta de vidrio pesado suena anunciando su salida.

Taun We



martes

Vodka


Ayer paso mi mejor amiga a verme, claro que ella presentía lo mal que un día antes me había sentido por las expectativas tan altas que tengo de algunas personas. Obviamente después de dormir y descansar todo un día entendí que las personas son como son y no soy nadie para tratar de cambiarlas. Ahora lo que intentamos es regresar a la diversión simple y estar solas pero contentas. Salimos por algo que tomar y como era tarde nos preparamos algo de vodka en el carro, ya de regreso con la música a todo lo que daba tomamos un callejón, notamos que al final de esté donde hace cruce con la primera calle antes de llegar a mi casa se veía movimiento y claro que parecía un reten. Pronto guarde las dos botellas que traíamos, dos de vodka, una casi vacía. Note que alguien cruzaba la calle y me apresure a cubrir con la bolsa de mano de mi amiga la soda, tiré por la ventanilla los dos vasos con la preparación. Al acercarnos nos dio risa porque era falsa alarma, parece que un carro se quedó varado por la lluvia y a causa de esto se congestiono un poco el trafico. Me sentí algo tonta, pero después de pensarlo hubiera sido más perjudicial ser cateada por los tránsitos, que encontraran el alcohol bajo mi asiento, perder la licencia por doble “A”. Sin contar la súper pena que me hubiera dado.


Taun We
2010

Estoy Molesta


Me siento mal porque creo que algunas de mis amigas no me aprecian como lo hago yo, me siento incomoda con alguna de las actitudes que tienen, la manera tan fría de ver los problemas que tenemos y el que den por hecho que a mi particularmente no me pasa nada. No sé que debería hacer al respecto, estoy cansada, no de algo particular, sino de estar aquí y no tener algún tipo de emoción nueva. Ahora comprendo por que en alguna época de mi vida encontré un escape y no lo deje ir; ahora es diferente porque estoy consciente de lo que tengo, lo que quiero seguir conservando y lo que para nada es prioritario en mi vida.
No sé cómo le voy a hacer, sin ofender ni nada tendré que alejarme de lo que no me agrada. No se puede vivir en desacuerdo, la vida es corta ¡Tan corta! y debería de tener algo más que escribir que este montón de basura que a nadie le interesa. Estoy molesta y la verdad es que quiero llorar pero no sé si lo consiga hacer esta vez. Algo paso con mis sentimientos que se mezclaron de pronto y ahora no distingo claramente lo que debo hacer. Voy a descansar, trataré de dormir y aunque es poco probable que pueda hacerlo sola, lo voy a intentar. Mañana estaré bien y continuaré como siempre lo hago.

Taun We2010

Café cortado


Tengo la leve impresión de que estás molesto conmigo y a decir verdad no encuentro en algún hecho resiente la razón de tal malestar. Debería de preguntar porque comenzó el disgusto y como lo podemos solucionar. Parece lo más fácil y sensato pero en el fondo lo pienso tanto porque sé que puedes haber descubierto que he omitido algunas partes de la historia; las cuales no serian mentiras sino simples omisiones y olvidos por descuido o porque presentía que te causarían un enfado tan grande que preferí no sacarlo a la luz. Ya me enrede y aun no empiezo a enumerar las posibles situaciones que alguien te pudo contar sin mi consentimiento. Y si tal vez sólo te duele la cabeza y termino contando historias de las cuales no tienes ni la más mínima idea. O puede suceder que si tenga idea pero qué prefieres no decir que me conoces más de lo que imagino. La realidad es que he mentido, no quiero que lo descubras y tampoco quiero que te encuentres molesto por situaciones que ya pasaron, así que no importa cuál sea la causa, el hecho real es que estoy aquí contigo. Mientras indago mezclas el café con una extraña calma y aun más rara mirada perdida sobre las olas negras que pronto teñirás con leche. La pregunta es ¿Ahora sobre que conversamos?


Taun We

lunes

Descuido


Siento un hueco enorme en el pecho, viendo por mi ventana he notado (aunque ya lo sabía) que a uno de mis vecinos le amputaron una pierna; y aunque me contaron todo el problema que tuvo pues no es igual que te lo describan a verlo en persona, a todo color. Es tan triste y siento algún tipo de coraje de que todo haya sido por descuido. Por lo que sé, fue un clavo el que por error piso, al no atenderse la herida con un médico y agregándole que no sabía que padecía diabetes pues se le complicaron las cosas y vino la trágica noticia de que perdería una parte de su cuerpo pero que continuaría viviendo. La decisión no la tomó de inmediato y aunque era su cuerpo pues obvio que se vio involucrada toda la familia, cada uno tenían un punto de vista muy particular pero aún así coincidían en que lo querían tener más tiempo a su lado.

Bueno ya conté el final y ahora eso me hace pensar en lo mucho que nos descuidamos. Yo soy una de esas personas que no acuden al médico hasta que de plano ya la sienten cerca (me refiero a la muerte) y realmente creo que el cuerpo cuenta con los medios para recuperarse pero de vez en cuando necesitamos algún tipo de ayuda para no cargarle la mano al organismo y como diría mi mecánico “Sobre calentar el motor”.




Taun We

Y, el color ¿Existe? #1


-¡El envase está vacío!

Estaba sola, con un estado climático especial para abrir el baúl de los recuerdos. Esta tarde tuve algo de tiempo libre así que me puse a leer viejas cartas, específicamente las de una persona que ame mucho. Confieso que aún después de varios meses no sabría definir mis sentimientos por Él; pero escribiré la palabra amor conjugada en pasado para hacerla fuerte y tal vez consiga volverla una verdad.Nos conocimos una tarde de agosto; sin más ni más él apareció en mi vida. Al principio no le tomé mucha importancia pues era sólo una mezcla de letras y números sin sentido; nada especial. Nos empezamos a tratar y un día de tantos después de una interminable conversación, entre algunas confesiones mutuas e intimas me ofreció un abrazo. Tengo que señalar qué jamás nos tocamos, aún así será el abrazo que tal vez jamás olvide; fue tan real, no sabemos qué paso pero eso nos unió de alguna misteriosa manera

Las llamadas se volvieron continuas; esperaba ansiosa que sonara el teléfono, podía sentirlo parte de mi vida. Recuerdo una tarde, empezaba a llover, el retumbar de los cristales por la tormenta eléctrica me asustaba tanto que no podía pensar claramente, mi voz se quebraba tras el teléfono y con su acento tan encantador me brindó la tranquilidad que no conseguía tener. De pronto todo el ruido que ocasionaba el cielo se borro de mi mente y nada importaba, en ese momento su voz me hacia tan feliz. A pesar de los impedimentos que teníamos para vernos y estar tiempo juntos, fueron muchas horas las compartidas que significan algo especial. Hoy el recordarme conversando y riendo me hace sentir acompañada, aunque estoy sola. Guardo una de las tantas promesas que hicimos, no lo he olvidado y empiezo a temer que no lo haré nunca. Tenía la firme intención de buscarlo, o tal vez solo llamar y decirle cuanto lo quiero. Sin embargo nos hicimos tanto daño al final que de pronto me envuelve una enorme tristeza, entérame que no quiere saber de mí y que alberga un gran resentimiento, me detiene en mi propósito.

Tal vez cuando intenté darle todo lo que soy olvidé decirle que me he equivocado en muchas ocasiones durante mi vida, y tal vez de alguna llegué a sentir arrepentimiento pero nunca será un error el haberlo dejado entrar en mi vida, el haber dejado salir muchos sentimientos guardados solo por él. Tal vez no se lo diga a muchas personas pero al final nuestra historia nunca será olvidada.

Cuando las cosas pasan tratamos de encontrar las mejores razones para entenderlo y almacenarlo en la memoria y simplemente seguir lo mejor posible; pero cuando el recuerdo insiste en volver a tu presente te das cuenta que por más que el olvido se aferre a decir que casi lo logras, el sentimiento reprimido nos dice una y otra vez que no pasara, aún no.

Escucho música y lo añoro como a nadie antes. Hubo un momento en mi vida que me rendí y solo me deje llevar hacia ningún lado, ahora lo se, me bastaron unos segundos y su mirada para comprender que existe algo mas allá de la realidad. Se ha convertido en mi recuerdo favorito y regreso a él cada minuto. No se porque paso esto, aun tengo la esperanza de tenerle a mi lado. El amor es tan extraño, espero su regreso como si hubiera sido mío de verdad alguna vez y lo hubiera perdido en otra vida. No sé cuando tengamos nuestro próximo encuentro pero eso será la causa de que yo me sorprenda a veces de pie y otra tantas derrumbada, obligada a recordar una y otra vez la razón que mi vida encontró para amar.

¿Aun no sé cuando te perdí?

En realidad no se puede escribir francamente sobre este sentimiento, me empeño en hacerlo y me resulta difícil. No existen palabras suficientes para calmar tanto dolor. Una vez más intento regresar a mi mundo, volver y recuperar todo lo que se ha perdido en este mar de llanto y desolación.

¿Por qué la música no opaca el sonido de su voz en mi alma?

Aun tengo mil y una hojas que llenar, esto no tendrá fin en mi futuro inmediato, el cual debo decir aun lo cubre una espesa niebla que no deja de asustarme, pero nada por hacer tengo ahora que ha soltado mí mano.

Al cerrar los ojos y transitar mis sueños solo puedo sentarme en un rincón solitario y frío, me cubren millones de mariposas negras que no me dejar respirar libremente, aletean sin parar sobre mi piel. Puedo sentir como entran y salen por mis ojos y boca. Trato de impedirlo, gritar significa poco comparado con la fuerza que me retiene, peleo aun sabiendo que todo está perdido. Al final me rindo y los insectos toman el control de la situación; se duplican tan rápido que sería difícil emprender la huida. Pronto reparo en el hecho de que me quede si nuevos sueños, que todo está desolado y no tengo a donde ir...

En la distancia y con el tiempo de por medio, mis memorias tomarán un giro diferente y me quedaré en la nada. “Como muchas personas en este mundo, solo busco la luz al final del túnel” espero que de verdad exista porque de no ser así creo estaré aun más perdida. Sigo aquí y no sería tan malo si solo supiera que piensa en mí, al menos en una mínima parte. Me pregunto:

-¿Aun haré falta de alguna manera en su vida?

Guardo silencio, como seguramente lo haría si pudiera verle a los ojos y leer la respuesta. Respiro profundamente y me doy cuenta que de las dos opciones que tenemos ninguna brinda un buen sabor, ya no, así que paso a lo que sigue tratando de olvidar por un momento que hay preguntas por hacer, incluso me atrevo a romper los esquemas y no aceptar que existen respuestas que no me llevaran a ningún lado, pues aun sigo sola y seguir preguntando seria como hablar al viento o a la noche. Por cierto está ya llego, el tiempo paso desapercibido para muchas cosas pero no para su ausencia, incontables minutos se han agregado a la lista interminable que me dejo desde que dimos el último adiós.

Comienza a llover y no me resigno a seguir pensando en lo mismo, cada persona tiene su historia, pero por esta vez parecen ser todas tristes. Me apresuro abandonar mi recamara, salgo a caminar unas cuantas calles y la ciudad para mí se encuentra en ruinas. Las luces de los semáforos aparecen intermitentes y los autos no miden el peligro al pasar presurosos. Para la gente llegar a casa se vuelve lo más importante al final del día; la calidez del hogar los llama y no toman gran importancia a la lluvia que lo cubre todo. El agua rueda cuesta abajo, encharca los barrios perdidos que se sitúan a la orilla del río. En la rivera de este, el retumbar del agua turbia llama fuertemente mi subconsciente y me parece que más de una persona se sienten atraídas a saltar para terminar con lo desagradable; pero aun no veo que ninguna lo haga, tal vez es solo una extraña percepción mía. El paraguas rojo que me protegía de quedar empapada se ha quedado olvidado pasos atrás, me cubre un manto de lluvia que hace imposible que alguien se dé cuenta que el llanto aumenta el caudal de agua bajo mis pies. Al final todos siguen su camino y me dispongo avanzar entre la multitud que solo desea comenzar un nuevo día, aún sin una razón para ello.

Sin percatarme del tiempo que ha transcurrido llego a un callejón sombrío, se puede distinguir unas letras envueltas en luces fosforescentes que llaman la atención poderosamente. No tengo nada que hacer -me digo tristemente y aun abrumada por los pensamientos a la orilla del río- mientras avanzó pausadamente hacia la puerta vieja y entre abierta que separa ese lugar de la banqueta húmeda y cubierta de un fango espeso. Tengo la sensación de que el peligro me acecha fuertemente, las miradas de una decena de personas sucias y desaliñadas se posan en mí, me recorre un fuerte escalofrió y sigo avanzando para tomar un lugar ante la pestilente barra de madera añeja. Una voz se escucha frente a mí y aun apabullada por esas raras miradas solo acato a decir con una voz entre cortada:

-Quiero de ese vino por favor.

Tomó el vaso y me encojo para que mi presencia pierda importancia, lo cual al parecer resulta porque el bullicio comienza de nuevo y la música inicia estrepitosamente. El líquido pasa mi garganta cual si fueran navajas recién afiladas, apenas termino el menjurje extiendo un billete al cantinero y me marcho en silencio; con una impresionante rapidez que de la cantidad de personas que antes me miraban apenas un par volteo hacia mí de nuevo.

Varias calles arriba reduzco el tamaño de mis pasos, siento el latir de mi corazón y trato de recuperar el aliento. Me dirijo a casa y parece que comenzara a llover de nuevo. Pienso en mi cama y en el frasco de medicamento vacío que me brinda un descanso artificial bajo el calor de mi frazada, haciéndome callar lo que brota sin su contención y manteniéndome dentro de las cuatro paredes que limitan mi controlada vida.





Taun We

25/Julio/2008

Naufragar



Volví a caer en este oscuro agujero, esté al cual regreso una y otra vez. Creí haberlo clausurado para siempre y por algunos meses perdí su ubicación. Las cosas parecen ser tan fáciles y me aventuro a realizar lo que me propongo; siempre algo enturbia el agua. En un par de días naufrague y mi barca se quedo a la deriva. Pronto me vi flotando en un pedazo de madera añeja que tronaba con el peso de mi cuerpo sobre ella pero que de igual manera me mantuvo a flote. Llegue a la puerta de la casa de mi familia y entre instalándome en la vieja cama individual que me aguantaba años atrás. No creo que este sea mi hogar realmente porque le falta lo más importante, lo que sostiene la llama de ese calor que tu y yo éramos y que sin lugar a dudas se ha enfriado. No podría decir que tengamos culpa alguna de lo que ahora nos separa. Recuerdo que alguien me decía insistentemente que el destino no existe y que el camino se hace conforme avanzamos y decidimos, pero nosotros siempre hemos resuelto en permanecer unidos. Es tan grande el amor que te unió a mí en un principio que no creo que pueda romperse por la enorme distancia que hoy nos divide.

Taun We
Enero/2011

sábado

Bueno...

-¡Hola..!

(Comienza una larga conversación.)

Tu voz al otro lado del auricular parece cálida, se deja ver a través de cada una de las primeras frases el cariño que brota cuando mi nombre entra por tus oídos, rescatando del cesto de los recuerdos olvidados las escenas que inventamos juntos. Aquellas absurdas peleas y las risas al calor de las copas de vino blanco.

En incontadas ocasiones me pregunto que hubiera sido de nuestra relación de haber transitado el mismo camino… al final solo se queda en una linda especulación, un anhelo que jamás sucederá. Ahora nuestra vida está ligada a terceras personas que no merecen una traición, ni vivir engañadas respecto a nuestros sentimientos.

En días como este extraño tener tu cuerpo cerca, besar tus delgados labios y absorber el aroma de tu piel al terminar de amarnos; en tardes como esta cuando el viento corre presuroso tras nada visible, como lo hago yo, deseo cambiar el final de esta absurda historia.



Taun We
Oct./2010


Doble Compañía


Cierta tarde de junio algo se anclo a mi sombra. Al principio creía que era solo una extensión por la posición del sol sobre mis hombros.

Con el tiempo y a fuerza de verla a diario en las largas caminatas bajo el ardiente astro, me percate de que era un poco más pequeña que la figura que me acompaña día y noche. Por las tardes, cuando es menos perceptible, me parecía escuchar un mínimo sollozo hasta llegar la oscuridad y perderme en dulces sueños. Nubes de algodón y golosinas de vivos colores llenaban mi descanso de un leve tono azulado de aroma a crayones y hojas recién cortadas. La vida se volvió un poco menos ajetreada y comencé a no sentirme sola, al menos no me inundaba la desolación que surgía en los momentos más inesperados. Mis niveles de esperanza se elevaron por arriba de los límites conocidos y el tiempo parecía ser un aliado más en mi vida.

Una mañana de noviembre recibí una llamada que reclamaba devolviera de inmediato la proyección que se pego a mí. La voz tras el teléfono aseguraba que un niño, en un acto de rebeldía, deseo no ser acompañado a todos lados por su hasta entonces molesta compañera. Al parecer después de perderle se mostró feliz pero al cabo de los días la soledad y lúgubres en que cayó mermo su salud al punto de enviarlo al hospital. Era cuestión de horas para que el dejara este plano y mi inquilina inesperada se desvaneciera sin decir adiós, colgué el telefono y apresure el paso para intentar llegar a tiempo.

 Cabizbaja volví a casa e intente seguir la rutina diaria, al caer la tarde nadie me arrullaba y el sueño se tardo en convencerme de entrar...

Taun We
2010


miércoles

No te duermas niño (P. D:)


P.D: No he vuelto a verle, nos leemos de vez en cuando y nunca tocamos el tema de la despedida poco común que nos brindamos, sí a caso jugamos con la idea de volvernos a ver en una de sus efímeras visitas a la ciudad; pero se queda siempre en un plan inconcluso porque las primeras veces que sucedió me sobraron excusas y después no fue necesario negarme, simplemente la invitación se tatúo en el tiempo sin fecha exacta.

Nunca llegue a sentir un profundo amor por él, compartíamos y disfrutábamos como amigos y cuando las cosas sobrepasaron lo que podíamos brindarnos fue el tiempo perfecto para decir adiós y no complicarnos la vida,  como suelen hacerlo esos que se enamoran y sueñan a futuro lo que nunca es.



Aun con el mayor de los empeños lo que se vislumbra bajo el manto del romance nunca llega a un término satisfactorio para ninguna de las partes.


Taun We

domingo

Un Punto



"Extrañarte podría convertirse de dolor a alegría si sólo supiera que tú me extrañas también."

Estaba tan indecisa frente al mostrador; recuerdo que buscaba algo para ti, un presente que dijera en corto lo que comenzabas a significar en ese presente. Mis amigas (Vica’s) también pretendían comprar algo significativo, algo que las uniera más a esa persona querida que parecía merecerlo todo.

¿Recuerdas cuando te obsequié la tarjeta qué tiene esa frase?

Encontré esa tarjeta con el sentimiento exacto que me envolvía y la imagen de ese árbol negro, con un fondo en tonos naranjas y amarillos me evocaban un otoño tristón pero a la vez esperanzador; me reflejo esa parte que conservo tan viva dentro de mi carácter, esa parte que me hace parecer más depresiva que melancólica.

Aún usábamos el uniforme a cuadros de la preparatoria, fue en noviembre y me daba algún tipo de miedo volver a verte y estar junto a ti. Tenía la máquina de escribir que llevábamos a todas partes para teclear las prácticas de Admón. que siempre iban un paso atrás del tiempo; en un rato libre tomé una etiqueta blanca y la coloque en el carrete. Intentaba no ser demasiado fría en el mensaje y mucho menos sonar demasiado amorosa o algo similar.  Fue difícil porque desde entonces corriges mi ortografía, no deseaba equivocarme y desviar la atención a ese punto en especial. Para evitarlo escribí todo en mayúsculas, como lo hacía en clases para evadir los acentos más que nada.

“PARA TI ---- QUE ERES MI TODO, ME APOYAS Y  TIENES EL PODER DE CONFORTARME."

TE QUIERE LAURA.

No resulto lo que me propuse y dije que te quería aun sabiendo que era lo mínimo que he llegado a hacerlo; aunque admito que un tiempo profese un gran resentimiento teñido de odio, no deje de quererte jamás.

Voy a escribir esto, aunque lo escuchas cada día y lo sientes de sobra… “Te Quiero” y significa que lo hago aún más, mucho... mucho más que aquella tarde de otoño cuando lo reconocí por primera vez.

Por cierto, todo esto es a propósito de haberla encontrado en el álbum que guarda muchos de nuestros primeros recuerdos. Encontré el punto donde emprendimos otra vida; tan lejanos y tan cercanos como nos es posible vivir.

Taun We
Diario/Enero/2009


sábado

Estrella Fugaz


Veo a través de la distancia tus enormes ojos tristes y esa infatigable voluntad por volver. Aquí solo me queda la esperanza y la tristeza de esperar que tú silueta aparezca en mi puerta.

Taun We
(LAO)

jueves

En La Calle


Todo está oscuro y sin salida
Y doy vueltas y vueltas en esquinas
Que dan siempre a la calle
Donde nadie me espera ni me sigue,
Donde yo sigo a un hombre que tropieza
Y se levanta y dice al verme: nadie.

La Calle/ Octavio Paz



Es como si tratara de contar la historia más tergiversada que nunca inventé.
Anoche intenté verte a través de ese frío cristal que te separa de la vida real, de las personas que transitan el asfalto; no pude ver sino tu silueta envuelta en telas de cuadros asimétricos y espacios lisos mientras apuntabas al vacío que ocupaba mi esencia…



P.D. Debería reconocer cuanto me haces falta; pero siempre hay un mañana que lo impide.



Taun We
Ayer.

lunes

Otra cita



El joven se encontraba sobre mí cuerpo, me parecía atractivo y se movía de adelante hacia atrás jalando con fuerza, aparentaba saber lo que hacía a pesar de su corta edad.  Lo veía cerrar los ojos y exhalar una gran cantidad de aire. No quería cerrar los ojos porque me daba pena que sospechara que era mi primera vez en esa posición. Me dolían las rodillas por la presión que ejercía sobre la silla al sentir como entraba aquella cosa enorme en mi interior. Se sentía tan fría y por supuesto la humedad ahí adentro hacia ruiditos al forzar la estreches del espacio.

Se hizo evidente mi nerviosismo y mirándome fijamente a los ojos me dijo que si de alguna manera me lastimaba le avisara inmediatamente para detenerse. El corazón quería botar de su lugar, por supuesto que me dolía. Accedí a cerrar los ojos y me concentre en el aroma que emanaba de su pecho, parecía una mezcla de brisa de mar y hojas secas. Vestía una camisa en un color claro que hacia transparentar su bien formados pectorales.  

Se detuvo un momento, limpio su frente con un pañuelo. Ya casi terminamos –me dijo al tiempo que una leve sonrisa de satisfacción se dibujaba en su rostro canela. Mentalmente le rogaba a Dios que acabara y me dejara salir de ese lugar, me asfixiaba poco a poco. No me permitía mover más que los ojos, deseaba ser partícipe de aquel procedimiento y el sentimiento de querer salir corriendo se hacía cada vez más presente. –Cálmate, solo un momento más, me dijo a la vez que preguntaba mi nombre para hacer tiempo y lograr distraerme. Respondí con mi vocecita miedosa –Soy Laura, y volví a sentir ese aparato largo contonearse adentro. Al terminar tuve que quejarme fuertemente pero la vi fuera de mí, él la sostenía con cuidado mientras la limpiaba con un pañuelo. Me la mostró con un tono rosado sangrante que sentí un enorme alivio. En mí alcanzaba apreciar un enorme hueco y la piel alrededor más frágil que nunca. Limpió todo el líquido que se había acumulado dentro, me extendió un vaso de agua para que enjuagara mi boca. Me quede un rato sentada y él se alejo.

Una vez en el escritorio escribía pausadamente, como cuando le envías un regalo a alguien especial y no sabes que decir en la tarjeta; pero el solo llenaba una receta médica no tenía que ser tan lento (pensé) lo hace todos los días. En tres días estarás mejor y el dolor sedera con el medicamento que ahí te sugiero. Nos vemos en una semana Laura… ¿Acudir al dentista no es tan grave, verdad? _Preguntó mientras inclinaba la cabeza y me guiñaba un ojo esperando una respuesta.  Asentí con mi mejilla inflamada y le dije adiós con la mano, no tenía ánimos de hablarle después de tan intensa situación.


Taun We

sábado

Tranquilidad



Trataba de dormir sin lograr conciliar el sueño. Ya con las luces y aparatos electrónicos apagados no había nada más que la rayita roja del interruptor que distrajera mi mente. Eso exteriormente, porque dentro de mí brotaban las ideas y pensamientos extraños sobre varios temas por los cuales ya no me asustaba. La noche parecía tan larga, seguía lloviendo a cantaros.  Por un momento pensé que era muy mala idea el dejar que mi pareja saliera a divertirse sin mí, mientras tengo que tratar de soñar un poco más de lo acostumbrado.  Por fin el sueño llego después de un raro estremecimiento que experimento cada noche, de cada día por no sé qué extraña y reburujada razón que alguien me explico alguna vez… Me resulta extraño dormir a temprana hora y aún mas esta calma que me inunda.

Taun We

jueves

No te duermas niño... (borrador)



La música apenas comenzaba y algunos acordes repentinos brincaban de aquí para allá, la banda parecía no encontrar el término donde la acústica del lugar les brindara algo mejor que un simple y estruendoso ruido sin sentido.
Mi amiga me miraba de reojo, cuando obtenía mi atención levantaba la ceja tan alto como podía, seguido de un gesto de fastidio para luego respirar profundo mientras giraba la cabeza de nuevo hacia el templete donde nuestros acompañantes rascaban  descontroladamente la guitarras. Comencé a beber aun antes de que el lugar abriera la barra y para cuando esta se saturo mi mesa tenía una docena de botellas vacías.

La noche mejoro cuando el hombre con cabello largo y ropas rasgadas me dio un poco de atención. Me besaba y saludaba a algunas personas de las mesas contiguas, nunca creí que fuera molesto ya que el alcohol recorriendo mi organismo me brindaba serenidad y empatía desmedida. Me hablaba al oído y aunque era poco lo que alcanzaba a comprender la risa salía sin poder ser controlada.  Ese hombre risueño se alejo una vez más y la charla en tono femenino le dio picardía al momento de soltería. Seguía sonriendo cuando sentía su mirada sobre mí y en un movimiento de cadera muy sexy me guiñaba el ojo con ese gesto de macho que no sabe ocultar tras la barba desalineada que complementaba su aspecto de rebelde sin causa. Eso era lo que más me atraía de su personalidad, un conjunto de maldad y sutileza a la vez. La fiesta siguió su curso y el reloj giró muy rápido. La gente comenzó a despedirse y salir tambaleante por la puerta principal de aquella gran bodega con decoración metalera. Para cuando llego mi cover preferido éramos menos de la mitad los que seguíamos bebiendo y compartiendo a una misma voz la letra.  El vocalista se esforzaba por pronunciar correctamente las palabras y al llegar el estribillo su voz se cortaba para escuchar los matices de voces sobre la música.

No sabría decirles si fue el alcohol sin medida o la música lo que me aturdió primero; pero si me queda claro que en más de veinte minutos no sentí la presencia de alguna persona cercana a mí. Era como si todos hubieran desaparecido y seguía disfrutando la música. Después el brazo pesado del hombre regreso para envolver mi cuello y  despedirnos saliendo a toda prisa de aquel lugar. Subimos al auto y nos besamos por un largo tiempo. Por fin escuché el motor en marcha y me acomode en el asiento del copiloto, en la primera luz roja mi compañía aprovecho para cubrirme con una chamarra de piel con insignias de grupos de rock de los setenta. El semáforo hizo lo suyo y seguimos…

Por fin llegamos al cuarto de hotel donde se hospeda desde que llego a la ciudad, me tiré sobre la cama envuelta en tonos grises mientras el ponía música en un pequeño reproductor que emitía una gama enorme de colores en cada cambio de ritmo. Dichos destellos danzaban sobre el cielo de la habitación cuando la luz de está bajo su intensidad. Estiré los brazos al tiempo que mis zapatillas dejaban libres mis pies. El hombre se metió al baño y me quedé dormida hasta que sus manos frías transitaban mi espalda haciéndola enderezar. Envuelto en una toalla blanca y con el cabello húmedo sobre el rostro solo me limite a mirarlo y pensar lo bien que se veía. Se acerco contoneándose al ritmo de la música y de un tirón me hizo encontrarme parada junto a él. Bailaba subiendo y bajando mientras yo aun trataba de estar lo más despierta posible. No te duermas niña -dijo con una cálida voz- aun es temprano. Necesito algo que me anime le dije mientras aliñaba mi cabello.

Sacó de un mini refrigerante una botella con un líquido rosado dentro, envuelta en una etiqueta marrón con un grabado en letras góticas doradas, muy llamativas. El corcho voló hacia un rincón de la habitación, al tiempo que me sentaba en la suave alfombra. La música seguía y él se recostó a un lado mío colocando su cabeza sobre mis piernas y comenzó a contar lo que había sucedido en estos meses de ausencia. Me limite a escucharlo atentamente y beber algo de vino, la frase “Te extrañé” aparecía de vez en cuando mientras sus manos nerviosas jugaban con mi cabello, blusa, botones y ombligo. El líquido de la botella se fue consumiendo al transcurrir de las palabras; al saborear las últimas gotas mezcladas con sus besos él se movía sobre mi cuerpo desnudo, en medio de aquella cálida habitación mientras me dejaba consentir.

Para cuando la segunda botella dejó libre el tapón habían pasado escasos minutos del éxtasis final y el sueño comenzaba a convencerme de caer.  Me percaté de que el sol intentaba filtrarse a través de las persianas y no volví a sentir su fornido cuerpo desnudo. Al despertar solo una sábana nos cubría, él dormía profundamente y su cabello castaño descansaba como una enorme ola sobre la almohada. Me apresuré a vestirme dándome cuenta de que el reproductor seguía tocando. La canción “Trust” se escuchaba bajito mientras le besaba los labios cerrados y tibios, después salí de la habitación con las zapatillas en la mano. Me siguen fastidiando las despedidas.


Taun We

miércoles

Sin Volver La Hoja

Pensándolo bien, viendo las cosas en retrospectiva, en pocas palabras: “A calzón quitao” como diría alguien conocido; no he cambiado en nada, sigo siendo la misma y el sentimiento permanece por encima del deseo de borrarlo. Es la empresa más difícil que he tenido que sacar avante en mi vida. Me enamoré un día, así de pronto lo entendí. Recuerdo que fue una noche fresca, había unas cuantas nubes en el cielo (tal vez no) decorado con muchas estrellas. Él y yo ahí rodeados de hierbas crecidas. Fue el momento fatal ya de regreso cuando me dolió o no sé si describirlo como un dolor sino una sensación en el estomago; similar a tragarse algo por accidente, un bocado muy grande. En ese instante los insectos se alojaron en mi interior y una parte de su esencia se mezclo con ellos. Aun los siento revoloteando de vez en cuando; mas cuando los días se tornan lluviosos y lo extraño. Luego me inunda una especie de amor desmedido que fácilmente podría confundirse con rencor contenido, pero solo yo sé que no puedo alojar nada más que ese sentimiento por él.

Yo sabía que la vida no nos da todo lo que deseamos y por un momento la creí errada al tenerle, al mismo tiempo que la felicidad me inundaba; después nos separamos sin una cordial despedida. Lo sentí tanto, lo siento cada día. Espero que comprenda que estaba enamorada y no es pretexto pero eso debería de catalogarse como un grave desequilibrio mental.

Aun sigo loca, en menos medida y con el panorama más claro. Me da gusto el alejamiento, no hubiera sobrevivido mucho de no ser así, y aunque lo quiero me queda claro que no estamos hechos para habitar el mismo sueño… Es triste por momentos pero cuando valoro lo que tengo no puedo más que alegrarme por las posibilidades que están enfrente y la vida que sigue aquí conmigo.



“Las cosas cambian todos los días, eso es inevitable , pero el sentimiento por ti no lo hará aunque por fuera no luzca igual.”