¿Hemos agotado los temas? O no, creo que puede ser que esa cosa que siento a mi alrededor y no me altera tiene un nombre ¿Cómo deberíamos de llamarla?.
Recuerdo haber estado así, tan nada y a la vez tan completa y serena; pero fue hace mucho y mentiría si dijera que lo disfruté realmente aunque no tengo ningún recuerdo extraño sobre aquellos momentos, tal vez días... no se.
Dicen -y no me crean-, que apartarse de personas complicadas trae consigo muchos beneficios, y me hizo ruido la idea. Me he considerado complicada, rara y etc. todos los días de mi vida. Incluso de pequeña aunque parezca exagerado mi vida ya se tornaba complicada; demasiada suciedad en el mundo solía pensar, aunque no con esas palabras o quizá sin palabras, un gesto era suficiente y después, lo inevitable... si, después de los pañales viene el amor que es comparado en medida de suciedad según el grado al que hayas llegado. Me fui al limite hace unos años, luego volví a un estado de calma que ya les conté y así me enamoré por segunda vez; que extraño contarlo; en fin. Lo que quiero decir es que tengo algún tiempito tratando de alejarme de algunas personas "complicadas". Personas que no culpo de ninguna manera al contrario las amo, las quiero, aprecio y aun más, pero que según mis cálculos al ser yo complicada las vuelvo un poco locas haciendo de sus vidas algo muy parecido a un carnaval y constantemente siento que todos usan mascaras ante mi y ya no les creo.
Pero agoté el tema, este y el del amor, desamor, y shalala... que les digo, no siento "nada" en este punto de la vida, y con todo gusto me estacionaría a ver pasar los años que me faltan por vivir. No es posible, lo sé... pero mientras me pasa algo sobresaliente que amerite mi queja oportuna al blog, me despido.