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Mostrando las entradas con la etiqueta Sabina. Mostrar todas las entradas
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martes

Canto real



Al lado de aquella luz encendida a media noche, 
somos el canto del pájaro que jamás nació.
El poeta que no se atreve a plasmar sus palabras,
el llanto que nunca líquido se volvió. 
Eres y soy la luna de medio día que pocos logran amar.
El maullar de un gato muerto en la ventana, con su olor, 
su nauseabundo entorno en el cual nada floreció. 
Sin embargo y a pesar de ello, creo que bajo tanto error,
 la belleza oculta esta,  el amanecer florecerá, 
el gato será abono como tu piel y la mía. 
Quizá algún canto real recite nuestra historia y 
el poeta se atreva a escribir.


Taun We


lunes

Más gato


Era la mejor parte del día, despertar con su rostro escamoso a mi lado, sentir como su apenas naciente barba raspaba mi piel al pasar de una mejilla a otra, luego a la frente para dejar un beso, besito frío con sus grandes labios carnosos. Después de eso no volvía a verle, era como si de una u otra manera se las arreglara para desaparecer hasta altas horas de la noche. 
Quizá de haber sido más gato hubiera preguntado el por que de aquella distancia tan marcada ¿seria el sol lo que le afectaba?
La cosa era que al principio no importaba mucho, me daba igual su vida y su andar lento me decía que no iba muy lejos. Luego me pareció sospechoso que aquel chico, me moviera los sentimientos al tiempo que la curiosidad fluía.

miércoles

Letras de un plato de sopa



Las cosas que me gustan, siempre acabo por perderlas. 

Como el sol al atardecer, un poema en el plato de sopa que inesperadamente apareció. Tú que sin tenerte te llevo dentro, y por más que busco  no doy con tu principio; sino que al llegar te vas, perdiéndote nuevamente. 

Las cosas que me gustan siempre acaban por quedarse, aquí, tatuadas en mi piel.


Taun We





martes

El loco -sin pies ni cabeza- que vive en mi.



Todo ese silencio para mi -pensé- y me tumbé quedándome dormida en un segundo. Una lágrima corría por mis mejillas y recuerdo perfecto su rocé al bajar lentamente. Aunque no encuentro motivos aparentes o que pudieran valer la pena debo admitir que de un tiempo para acá lloro a la más mínima provocación. En el fondo, en lo oculto de mi hay algo que falta, la pieza que no encaja, el "te lo dije", pfff... ese "no me dejes, quédate". Lo que más puede doler... "y, si hubiera..."

No todo va "tan" mal, es verdad que una hebra sale de su lugar pero a quien no le pasa. Un pendiente inalterable, un esperar constante, un no se qué que me mantiene alerta y este hueco intocable que me regalo el destino.

Galimatías, la vida es eso... brincar de acá para allá a merced de no se que diablos. Marcharte y jurar que no regresas para "¡baaam... lo mismo de siempre!

Lo sé, lo sé, la mayor parte del tiempo no me entienden nada, es confuso.
Tratar de acomodar las ideas si que puede ser un complique. Y pegarlas aquí, teclear, una imagen "bonita".
Un querer aparentar lo madura que soy, y peor aun serlo sin consentimiento propio pero que más da, la vida es así y todos tenemos una pizca de loco.


viernes

Lo único

Constantemente me pregunto hasta que punto se puede estar cansada; quizá hasta la muerte y más allá aunque me niego siquiera a considerar la idea de averiguarlo.  

Estoy sentada, con el cuerpo destrozado y el alma marchita... estoy, sigo, camino sin avanzar y me gasto la vida, que al final es lo único que poseo.

jueves

Insoportable


Es la hora de la tristeza; y es que la qué vive en mi duerme de día. Me canso tanto, bajo el sol, al punto de no tener ni pizca de energía que dedicarle; cuando la tarde pasa, la luna aparece recordándome que tengo motivos para alimentarla. Es mi bebé, es mi amor, es la compañía que no abandona, es la que se esconde tras mis ojos y la que se despide de ti.
 A menudo, antes de conciliar el sueño siento su abrazo rodeando mi cuerpo; es como si me diera cierto calor, certeza de seguir viva y no haber muerto por descuido. Esta noche es "la tristeza" insoportable, justo ahora corre por mis mejillas y se estrella contra las líneas de mi frazada una y otra vez.

Estupidez de una tarde de calor



Se aprende a vivir con y sin todo, con las envidias, con la mentira, los orgasmos y las estaciones que vienen y van; los inviernos parecen largos hasta que llega el verano y te sofocas. 

Aun no acabas de llorar la última mascota y llega una nueva. Te enamoras como la primera vez y te acostumbras para que luego se vaya también. Yo no me acostumbro a los besos pero después de tanto tiempo creo que no atán, ni los arrumacos, ni las caricias, el amor no une sin embargo las sonrisas si amarran, son una enredadera difícil de cortar.

Hablemos del dolor, es tan de mí que realmente casi olvido mencionarlo, ese maldito que te hace fuerte y se pega a tu piel como un bicho raro, y al final terminas aceptándolo, amándolo porque es el mejor indicativo de tu felicidad, cuando el se va eres feliz, estas bien al menos... un descanso -piensas-, luego vuelve y parece nuevo porque duele aun más profundo, corta y muele tu piel pero lo soportas, lo abrazas como a un niño perdido; es tu enemigo y prefieres tenerle cerca, monitorearlo; saber en que punto va a tomar fuerza y cuando va a diluirse para darte una tregua.

Yo digo que se aprende a vivir con nada teniéndolo todo, se aprende a vivir muriendo, a reír llorando y llega el punto en que no sabes si lloras de alegría o de dolor pero al final lo haces como un buen desfogue porque la vida sigue y aprendes también a vivir con eso aun después de haber intentado no hacerlo más.

Se aprende, se saborea, se plasma, se advierte y aun así avanzas. Se gime, se grita y pateas, se canta, se aguanta... y al final, sin saber por que te mueres.

miércoles

Deslucida / Decimos


Como si no fuera suficiente ir perdiendo poco a poco el tono con el que entraste a esta vida; ahora me siento como una madeja; esa que has olvidado sobre el sofá y un gato travieso a tomado como diversión de la tarde. 
Como si no tuviera otra función que complacer, y no importara si me encuentro alineada y en la posición correcta para que un buen "tejedor" me tome de una orilla y sin más preocupación correr a través de sus dedos, fluir hasta el final para formar una prenda acogedora y poder calmar el temblor de alguien más. 
Soy un ovillo de estambre decolorado, enmarañado y echo nudo. Seguramente nadie vera entre mis fibras, me guardarán un tiempo -seguiré esperando- y después seré desechado, así como nos deshacemos de aquello que no posee belleza o beneficio visible.


Taun We.


P.D. Para el tejedor:

....decimos a los indecisos, comenzar por el principio, como si ese principio fuese la punta siempre visible de un hilo mal enrollado del que bastase tirar y seguir tirando hasta llegar a la otra punta, la del final, y como si, entre la primera y la última, hubiéramos tenido siempre en las manos un hilo firme y continuo del que no ha sido necesario deshacer nudos ni desenredar marañas, cosa imposible que suceda en la vida de los ovillos, y, si se nos permite otra frase de efecto, en los ovillos de la vida”.

Por José Saramago.

jueves

Llegas abril

Llegas abril como el sol de la mañana con esperanzas renovadas, heridas mal sanadas.
Estas parado en mi puerta, me muestras la vida siempre dispuesta.; te observo trémula y cautelosa, pues la muerte parece ansiosa..

Llegas y sigo viva esperando tu regreso, sé que me encuentras más vieja con el cabello revuelto. La música de Sabina ya no se escucha en mi huerto, mientras el sol de medio día golpea mi entrecejo.

Sé que algún año no te daré la cara, pero bajo mi fosa alguna raíz quisquillosa me dirá que estas en marcha,  me llenará de nostalgia saber que aún germina en mí la semilla que plantaron tus alegrías.




sábado

Contour ´98





Si alguna canción me llega es la que a continuación dejo por acá pegada. Un buen "desconocido" y amigo del blog me ha recomendado este grupo que realmente me ha dejado un buen sabor de boca, y por supuesto, ganas de seguirlos escuchando...

Recuerdo esos días de soledad y carretera en el viejo Contour '98; escuchando música con una botella del licor que fuera (o alcanzara) en el asiento trasero y buena compañía... realmente llegue a creer que así seria mi vida y si fuera el caso -en cada borrachera, en la madrugada, frente a una fogata, dormida donde nos hubiera alcanzado el sueño y soñando nada- seguramente mi himno seria algo así... quizá con menos sentido pero sí, esta me va!!

Hoy extraño ser yo... lo que solía ser, "digo".



viernes

Tan Cerca

Pasaron meses antes de coincidir; tenía una sed inmensa de tus labios, de tu piel y por fin te tuve cerca.

Me di cuenta que en realidad no nos conocemos como suponía y sentí prostituir nuestra relación... sin embargo deje que la noche nos envolviera con su eterno encanto. 

Mi debilidad frente a ti cada vez se hace más evidente, mientras tu vas en un acelerado ascenso yo voy decayendo poco a poco sobre el desgastado polvo de mis huesos quebradizos. 

Aprendí agradecer lo que poseo; hoy después de saborear un nuevo y hermoso recuerdo tuyo, miro la luna y nubes cargadas de agua que se acercan lentamente, elevo una plegaria, un enorme agradecimiento que traspasa lo que puedan emitir mis labios y pensamiento por tenerte tan cerca.


miércoles

Basta, me cansé...



El tiempo de precisar un beso, caricias y todo lo que conlleve la palabra amor ha pasado para mi; me he cansado de esperar sin recibir a cambio un trato justo al respecto -ilusorio, lo sé-. Reconozco el sin fin de veces que lloré por no entender lo que sucedía y no fue llanto nocturno ni poético; esto se presento en su momento muy real, ruidoso, húmedo, fastidioso incluso para mis oídos que pedían una tregua... 
 
¡¡Así es la vida!!

No tengo el lugar que algún día imaginé me mantendría al punto de la felicidad, al borde de la locura amorosa que alguna vez anhelé de alguna cursi película hollywoodense. 
 
Me rindo y me dejo caer sobre la lona de la vida que no me inspira más que un hastío total, un reproche sin demasiado sentido pero si con una causa clara y saben qué... ya no quiero una pareja sincera, ni un beso apasionado, ni cenas a la luz de la velas e incluso me atrevo a señalar que no deseo un "Vivieron felices para siempre", porque sé, y valla que lo sé de antemano; no existe y por más que lo intentemos y nos partamos el alma porque todo marche sobre rieles sólidos inevitablemente la tempestad lo cubre todo y corremos el riesgo de patinar, trastabillar y caer. Caer una y otra vez, ser terca y levantarte y volver a besar el polvo incontables ocasiones; y podríamos pasar así la vida de no ser porque en el fondo esa vocecilla que late dentro se impone y te da un "Hasta aquí" un "No más" y de verdad  es cuando anhelas con todo el alma que todo paré: ser vieja y vivida, ser fuerte dentro de un caparazón aparentemente humano, aparentemente inservible pero que posee lo mejor que nos da el tiempo: "Experiencia".
 
Y no quiero más, ya no más desilusiones, ya no más fracasos fortuitos para mi.
 
 
05/09/'12
02:19 a.m.

Oasis

En muchas ocasiones soportar las tormentas es difícil, pero en el fondo siempre tenemos la idea de que las buenas nuevas estarán a la vuelta de la esquina; lo cual las hace perder poder. Es cuando piensas en esa persona especial, en lo mucho que disfruta la vida, lo bienaventurados que se vuelven sus pasos mientras el olvido borra tu imagen de sus recuerdos antes recurrentes; quedando cada vez más sumida en un profundo sueño.

A otros se nos da también sufrir la entrada a la mal andanza acompañada de amor, es decir, a esa felicidad que hace que vayamos poco a poco dejando atrás lo que solía mantenernos anclados a una nube muy lejos de tierra firme.


Es como pasar a través de un enorme telón, de una escena a otra y cambiar totalmente el curso de la historia. La llegada del sediento al oasis y el miedo de que todo sea una ilusión puebla los primeros instantes de tan inesperado despertar. Caminas lentamente por la orilla de los buenos sentimientos hasta que te atraen por completo inundando tu piel de esa capa que te hace brillar entre un montón de personas grises y somnolientas que atrapa la rutina.

Yo sufro los buenos tiempos, yo no me acostumbro a ellos porque en el fondo de mi ser germina la semilla del pasado como un hechizo maligno que no tiene remedio. Me siguen los recuerdos y la melancolía hasta el punto en que las primeras flores brotan -en abril- por mis ojos, oídos y las raíces me anclan a personas que quizá ya me han dormido en sus mentes, me han quemado en palabras y letras plasmadas en viejos papeles, en antiguos recuerdos que jamás volverán a traerme a sus vidas.

Me doy cuenta que he muerto de mil y una maneras en diferentes personas, que la vida que se suponía me pretendía sorprender con dicha se lamenta de no alcanzar su acometido rodeandome con esta aura que suele cubrirme y distinguirme haciéndome un ser extraño, sombrío y en ocasiones sin limites emocionales;  eso vive dentro de mi llevándome de la cruel soledad de sentirme acompañada de muchas personas sin poder tocarlas a la fraterna unión con un alma que me atrae a cruzar el telón porque la función debe continuar.... siempre.

 04/Abril/'12

domingo

Tan joven y tan viejo ♪





Leo a esos autores con sus palabras refinadas, la emoción impecable que logra hacer llorar o estallar de felicidad sin dar demasiado énfasis a las notas.

 Los imagino bajo las sábanas enredados en las piernas de sus amantes, con toda esa elocuencia y experiencia. Los más viejos aún viriles como robles y aquellos aun en la plenitud de la vida candidos e iluminados por la pasión y el desenfreno.

Quizá sólo alguno se encuentre en una habitación sombría, con aroma a libros añejos, imaginando una mejor vida y transportándola a una realidad palpable; a un pequeño papel donde cuenta lo que le hace vibrar, sus deseos con un halo de esoterismo... magia pura que nos transporte a un lugar donde es fácil sonreír de felicidad o llorar por su fatal final para terminar con su firma. Y yo aqui imaginándole como otro gran amante sin percatarme de sus frágiles huesos, apenas sosteniendo la pluma.




...Asi que, de momento,
nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros
de mi generación,
cada noche me invento,
todavia me emborracho,
tan joven y tan viejo,
like a Rolling Stone..."


miércoles

Virus...virus (#63)


Tercer día de convalecencia. En este punto me duele cada hueso del cuerpo. Realmente ya tengo un par de kilos menos y he sido lo suficientemente terca como para no permitir que me lleven al doctor. Espero que mi organismo encuentre la mejor manera de solucionar el problema. He tomado algunos medicamentos para aminorar los síntomas y creo que no ayudan en mucho. Después del viernes todo se ha complicado ¡maldito viernes! Por la tarde comenzó a llover obligándome a estar en constante contacto con mis amigas. Horas después necesitaba salir de casa porque sentía que me asfixiaba así que al venir Danny por mí, a escasas calles se quedo varada en medio de una sorpresiva ola de agua que ha llegado de las partes altas de la ciudad. Sí, ese arroyo que baja de las huertas. Me telefoneo desde una estación de gasolina, en pantuflas y toda mojada además la note algo histérica tras el auricular (Por eso siempre agradezco su cariño y complicidad). Le pedí que ahí me aguardara, no estaba dispuesta a quedarme en casa y Alex me llevo a su encuentro. Bueno lo que sigue es parte de otra historia. Regrese a casa alrededor de las once de la noche y me sentía mucho peor de cómo me fui. Afortunadamente tengo una excelente persona que me cuida y consiente.

Quinto día y “casi” estoy recuperada. Se acaba de marchar mi suegra después de inyectarme. Debo confesar que no soy miedosa para este tipo de cosas, después de todo lo que he tenido que sobrellevar algo tan insignificante como un pinchazo no me parece grave; pero esta última me ha dolido tanto que media hora después sigo tirada en la cama y al no tener nada que ver en la t.v me he puesto a escribir mientras escucho “Vinagre y Rosas” de Joaquín Sabina, solo así me siento un poco menos peor. No se me ocurre nada que teclear esta vez.
Mmm.. Les contaré esto que debería estar en mi diario, pero que a falta de ánimo de ir por él a la otra recamara pues lo agregue a este blog. No es nada grave, todo el mundo puede enterarse que me rendí y acudí al doctor el cuarto día… sí, ese doctor que con todos sus años de estudio solo me dijo:

_ ¡Buenos días!

_ Después de pedir a Alex me acompañara a entrar y pararme frente a su escritorio chaparrito, respondí igual con la poca voz que fue perceptible.

_¿Qué le pasa? –preguntó con una entonación de apatía.

_Conté que traía seguramente una gran infección en la garganta, que me dolía el oído y por supuesto todo lo demás.

El se puso de pie (había olvidado lo corto de estatura que era y el mostachón negro con rayas canas lo hace parecer aun mas enano)

-Abra la boca, saque la lengua… y yo ahí toda obediente. Alumbro con una lamparita mi garganta diciéndome que repitiera “A” varias veces. (Pensé en decirle que ya no era mi letra favorita; pero a él que le puede importar, es la primera que se le enseñaron y pues debía hacerlo ¡ya que!)

Regresó a su lugar, preguntó que tan buena era para las inyecciones a lo cual respondí que lo que fuera estaba bien. Mientras escribía la receta voltee a ver de reojo a Alex y le envié una leve sonrisa de estar bien, con sus grandes ojos se notaba satisfecho. El Doc termino de poner su letra rara sobre el papel, anoto mi nombre y la “L” parecía correr tras el “aura” (L..aura) quizá tenía fiebre porque me parecían hormigas avanzando. Después de la alucinación me extendió el papel diciendo que pagara a la señorita que me daría el medicamento.
Salí del consultorio, recogimos el medicamento y pagamos para marcharnos a casa lo más pronto posible porque estaba haciendo un súper calor y yo con una playera, un suéter, bufanda militar y una gran chamarra que me brindaba más frio que vergüenza. Salí un tanto extrañada por indiferencia del médico y le comenté a Alex que me hubiera puesto más atención si hubiese estado muerta, lo cual solo le provoco risa. Es forense también y obviamente creo que de haber sido así al menos me hubiera tomado la temperatura para averiguar desde cuando había fallecido. Que insensibilidad, que desgana, que… raro ¡No!



P.D: Pongo “raro” por decir lo mínimo, realmente el medicamento que me receto me puso peor. Acudí con otros tres médicos, mi presión se desplomo obligándome a estar internada unas horas pero al fin así fue y sin contar el rollo de las venas ponchadas, mi mami preocupada al igual que mis amigas impacientes, las veces que no salí, no disfrute y otras cosas más. Esto lo escribo alrededor del día 29 de convalecencia y ese “casi” de allá arriba  se convirtió en casi… un mes 333.

domingo

Inventario


…Y pensando seriamente en todo lo que tengo que hacer, sigo aquí sentada viendo las nubes pasar por  mi ventana.

Me encanta esta canción, después de escucharla me voy a la calle. Creo que cada día es menos lo que puedo escribir; así que vamos a copiar y pegar. En ocasiones es  más necesario.
Cecy =P
21/Marzo/2009

 

Las cosas que me dices cuando callas,los pájaros que anidan en tus manos,
el hueco de tu cuerpo entre las sábanas,
el tiempo que pasamos insultándonos,el miedo a la vejez, los almanaques,
los taxis que corrían despavoridos,
la dignidad perdida en cualquier parte,
el violinista loco, los abrigos,
las lunas que he besado yo en tus ojos,el denso olor a semen desbordado,
la historia que se mofa de nosotros,las bragas que olvidaste en el armario,
el espacio que ocupas en mi alma,la muñeca salvada del incendio,
la locura acechando agazapada,
la batalla diaria entre dos cuerpos,
mi habitación con su cartel de toros,
el llanto en las esquinas del olvido,la ceniza que queda, los despojos,
el hijo que jamás hemos tenido,
el tiempo del dolor, los agujeros,
el gato que maullaba en el tejado,
el pasado ladrando como un perro,
el exilio, la dicha, los retratos,
la lluvia, el desamparo, los discursos,
los papeles que nunca nos unieron,
la redención que busco entre tus muslos,
tu nombre en la cubierta del cuaderno,
tu modo de abrigarme el corazón,
la celda que ocupaste en una cárcel,
mi barca a la deriva , mi canción,
el bramido del viento entre los árboles,
el silencio que esgrimes como un muro,
tantas cosas hermosas que se han muerto,
el tiránico imperio del absurdo,
los oscuros desvanes del deseo,
el padre que murió cuando eras niña,
el beso que se pudre en nuestros labios,
la cal de las paredes, la desidia,
la playa que habitaban los gusanos,
el naufragio de tantas certidumbres,
el derrumbe de dioses y de mitos,
la oscuridad en torno como un túnel,
la cama navegando en el vacío,
el desmoronamiento de la casa,
el sexo rescatándonos del tedio,
el grito quebrado, la madrugada,
el amor como un rito en torno al fuego,

el insomnio,
la dicha, las colillas,
el arduo aprendizaje del respeto,
las heridas que ya ni Dios nos quita,
la mierda que arrastramos sin remedio,
todo lo que nos dieron y quitaron,
los años transcurridos tan deprisa,
el pan que compartimos, las caricias,
el peso que llevamos en las manos.




Joaquín Sabina (1978)




lunes

¿Quién me ha robado el mes de abril?



Es un día más que rutinario y normal, desearía estar en otro lugar, lejos, muy lejos de todas las personas que conozco y que me conocen. Ya han pasado varios días desde el momento en que todo se nublo y la tristeza se abrazó con más fuerza a este cuerpo que aún está vivo, pero que en el fondo y aunque no lo diga desea no estarlo. He tratado de erradicar de mis pensamientos esta idea de destrucción, deje de escribir casi doscientos días y solo lo hago porque en cuatro días voy a cumplir un fecha importante, espero pasarla lo mejor posible y de una vez por todas dejar que se disipe para seguir; me urge una nueva idea de mi vida, replantear las cosas y apreciar lo que aun poseo. Obviamente no me pinta bien económicamente y emocionalmente se puede decir que no pasa nada, ni frío ni calor se guarda en mi corazón; si acaso una vaga idea de lo que pudo significar estar enamorada y creer que aún lo siento, lejos de ser lo que era sigo viva, esa es una buena forma de celebrar las fechas importantes, al menos para mí es un alivio saber que al fin empiezo a sentir el cambio de clima; en pocas palabras y resumiendo, comprendo que el año pasado no  llego la primavera y sin embargo no morí de hipotermia. ¡Ah! ¿Ven a lo que me refiero? Aún tengo mucho que aprender sobre estar consciente de que las cosas estarán bien mientras lo sienta así.


500 días sin ti.
Taun We