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miércoles

Autobiografía en cinco pasos / Alguien dijo



1. Bajo por la calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Me caigo dentro,
estoy perdido… me siento impotente.
No es culpa mía.
Tardo una eternidad en salir de él.

2. Bajo por la misma calle.

Hay un hoyo profundo en la acera.
Finjo no verlo.
Vuelvo a caer dentro.
No puedo creer que esté en el mismo lugar.
Pero no es culpa mía.
Todavía me lleva mucho tiempo salir de él.

3. Bajo por la misma calle.

Hay un hoyo profundo en la calle.
Veo que está allí.
Caigo en él de todos modos… es un hábito.
Tengo los ojos abiertos.
Sé dónde estoy.
Es culpa mía.
Salgo inmediatamente de él.

4. Bajo por la misma calle.
Hay un hoyo profundo en la acera.
Paso por el lado.

5. Bajo por otra calle.



–Poema de Portia Nelson mencionado en “El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte” de Sogyal Rimpoché.



domingo

Los mismos sueños



Me atormenta el destino, es como si todo se resumiera a tener que recorrer los mismos sueños, sin tener la certeza de que algún día se cumplirán. Los caminos que guían mis pasos se desvanecen por momentos, dejando a la esperanza el gran trabajo de mantenerme a flote mientras sea posible, o hasta que el sendero vuelva a tomar color.

 He soltado la mano de mis aliados y surgen ante mi personajes que aseguras qué no existen. No los consigo definir. Tengo miedo...

Taun We

lunes

Sinónimo esperanza


Hola Cielo. Te extrañé mucho, como siempre... creo. Pero no importa en el fondo estoy muy agradecida porque eres parte de mi vida, una muy importante y eso no va a cambiar nunca, ni la distancia, ni el tiempo cambiará mis sentimientos por ti.  A veces me pregunto porque la vida nos puso en el mismo camino, y he llegado a la conclusión que es para que seas mi pensamiento favorito, mi mejor recuerdo y el sinónimo de la palabra esperanza. Sin ti mi vida no tendría mucho sentido, no él que tú le das. Gracias corazón, he aprendido mucho estos días, casi todo lo que treinta años me negaron lo he vivido en un mes... Ojalá la suerte de conocernos sea la misma que un día nos dé la oportunidad de compartir más que letras y este amor incompleto e incondicional. Un beso de buenas noches, de buenos días. Un beso grande por ser quien eres y a quien tanto amo. 

Taun.

miércoles

Está bien




Ya no puedo contenerme, 
con tenerte ya está bien.

Cóseme/Beret



jueves

Ojos de ciervo



Me siento tan pequeña
como si hubieran​ comprimido
cada una de mis células.

El corazón inalterable, vibra enorme.

Me descubrí enamorada,
caigo de nuevo en sus garras.
Un día después de haber sanado
me deslizo lentamente.

Como migrante que retorna al agua fresca
palpitando y sucumbiendo ante su encanto.
Los ojos al ras del agua me acechan,
e inevitablemente me matarán.

Taun We

viernes

Ruptura


Bellas palabras, dichas a su justo tiempo son la mejor trampa del cazador. 
Te engancha e inmoviliza de donde difícilmente puedes liberarte; el alma. Se vuelven una red que invade tu mente pausada y cálidamente. 
Caí rendida, fui uno de sus premios; hoy cortará mi cabeza para decorar su añeja habitación de memorias.

Taun We

miércoles

Desconexión


Desconectada del mundo.
Las circunstancias, deseos, frustraciones de otros me llegan y mientras los entiendo, me alegran o entristecen; me atrevo a opinar y ofrecer lo mejor para todos, pero siempre queda un espacio sin definición en el cual flotan un millón de pensamientos dispersos dirigidos a mi pareja, hija y círculo familiar cercano.

Me encuentro en un momento de cambios, conflictos menores y una pizca de desesperanza.

No son ustedes, soy yo.... El hámster en mi cabeza no deja de girar, no distingo entre lo que está bien o está mal. Etapas, etapas donde no terminas de encontrarte y hacer las pases con tu reflejo.

Por ahora, no busco consuelo... No es una opción.


Taun.

jueves

Vacío


Se puede estar tan vacío que al cerrar los ojos y observarse detenidamente el espacio puede ser interminable. La soledad interna es apabullante y no existe persona o propiedad capaz de disiparla; se respira con dificultad, los sueños se tornan intranquilos y aquello que solía darnos placer ahora nos toca sin llegar a aquellas fibras internas que antes vibraban al menor roce o pensamiento.


La amargura es una intensa pasajera, se instala de a poco hasta cubrir por completo el pasado y futuro inmediato.

Taun We

domingo

Bailar en la cueva


Mi cuerpo al tuyo y el tuyo al mío.
Los dos bebiendo
de un mismo aire.
El pulso latiendo
y el muslo aprendiendo a leer en Braille.

Bailar,
como creencia, como herencia, como juego.
Las sombras en el muro de la cueva,
girando alrededor del fuego.

La música bajo los árboles
y nos siguió por las llanuras.
La música enseña, sueña, duele, cura:
Ya hacíamos música muchísimo antes de
conocer la agricultura.

La idea es eternamente nueva:
Cae la noche y nos seguimos juntando a
bailar en la cueva.

Bailar, bailar, bailar, bailar!

Me guías o te guío yo?




Jorge Drexler / Bailar en la cueva



sábado

Un poco contigo, y en gran parte sin mí.


Por alguna extraña razón se han archivado nuestras antiguas conversaciones, las bromas, tus verdades incómodas, mis burlas y ese «todo» que fuimos. 
¿Sabes qué me cuesta más que aceptar que perdí? Me duele descubrir que es evidente que no te supero, estás pero no; al mismo tiempo, es muy cruel darme cuenta que te extraño, tanto que no puedo expresar lo que me duele en este momento. 
Cuan diferentes seríamos de haber seguido por el mismo camino. 
He llorado un poco al leerte como antes, ese compadrazgo que teníamos no lo he podido igualar, me quedé un tanto hueca, deje de confiar como solía. Eras un sol, alegrabas mi vida y sé que me querías más de lo fuiste capaz de admitir.
 ¿Haz notado lo grande que nos vemos, lo poco que sonreímos al coincidir? Disculpa la frialdad de la última vez, sentía el corazón palpitar justo bajo mi lengua y me puse seria, tensa, quizá un poco naranja; como una hoja a punto de abandonar la rama que le da vida. Solíamos fluir tan bien juntos, aún siento que paseas por algunas de mis orillas, cuando el vino se incrementa en mi sistema te quiero ver. Regresas a mis ojos, tan vivo, tan feliz; tus enormes pasos te alejan, vuelvo a decir adiós, recuerdo que hace mil años te fuiste y yo... me quedé, un poco contigo y en gran parte sin mí. 

Shalalá...

Taun We

jueves

Jodidamente irreparable

A veces no sientes atracción física hacía alguien, sino sentimental. Te enamoras de su alma y eso es jodidamente irreparable.


Me pasó hace años. Y es una pena que una persona tan bella camine por ahí sin una parte de esa alma que decidió quedarse conmigo, al tiempo que lo dejó medio vacío, medio vivo... medio amando a otras personas. Y a mi esperando.

Taun.

domingo

La llevo muy mal



Soportar ese dolor constante por tanto tiempo es realmente agotador, aún cuando no es tuyo, se siente muy real. Dormir a su lado me ha orillado a inventar una rutina noctámbula singular. Mis neuronas espejo me juegan una pasada, sufro más que él mientras duerme y olvida un poco, a veces así lo siento, soy puro egoísmo. Pero a mi favor pondré de escudo mi empatía a prueba de sermones.
La llevo muy mal. No poder calmarlo, aún intentando todo lo posible. Descubrir con un poco de asombro que el amor no lo cura todo, sino que lo empeora y te hace llorar en silencio cada noche, preguntarte por que a la persona que más amo, admiro y justo siento que no puedo vivir sin su hermosa compañía le aqueja, lo que sea que le pase, aún no hay diagnóstico, aunque si muchas esperanzas.
Hay muchas maneras de sobre llevar lo malo; la mía es nadar entre lágrimas por las noches, y al amanecer seguir tirando de la esperanza, de las sonrisas, de sus caricias y de este nudo en la garganta ni hablar... canto pésimo pero con muchas ganas, los vecinos también sufren esa parte, lo siento...
El dolor existe, en diferentes intensidades, por muchas razones; pero debo afirmar que al final todo pasa.
Intenta creerlo con muchas ganas, por mi, ayúdame a no olvidarlo.

Taun We

sábado

Estrellada




Antes, muy de niña miraba el destino de frente. Colgada de aquella cerca, protegida bajo la sombra de un par de manzanos la vida parecía más fácil de la que me habita hoy. Antes lo planeaba y trataba como algo manipulable (ingenua). Últimamente el me analiza de pies a cabeza, saca su lista para "palomear" o cancelar con una cruz mis aciertos o faltas. El destino es cruel, mucho. La lista parece un cementerio de deseos, anhelos, sueños y "quizás" convertidos en nada. Enterrados por mi memoria, descartados por falta de entusiasmo y llorados en silencio mientras se desgarra mi corazón. Hilachas avejentadas cuelgan de el y a la vez estas sostienen a cinco, esas últimas personas que siguen conmigo y puedo contar con una mano, justo y preciso; mientras la otra mano me abofetea una, otra y otra vez sin lograr despertarme de este hastío agotador que me mantiene anclada a mi bunker; esperando (por primera ocasión) no salvarme de mi guerra personal, interior y «sencilla».
Tan simple que parece, tan complicada a la vez; como una madeja de estambre echa nudos. Ahora sólo desearía que ese ingrato porvenir me permitiera ser el gato que juega con ella, se aburre y sale a ver la noche estrellada.


Taun We