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viernes

Herencia ponzoñosa

Me sentí vacío, también yo, y extrañamente pesado, como si el planeta girara demasiado deprisa, aumentando la gravedad, tirando de mí hacia el suelo. Exhausto de repente, me senté en la cama —su cama, quizá— y por motivos que no soy capaz de explicar, me tendí sobre aquellas sábanas mugrientas y clavé la mirada en el techo.

  «¿En qué pensabas, tumbado aquí por la noche? ¿También tú tenías pesadillas?»

  Empecé a llorar.

  «Cuando tus padres murieron, ¿lo supiste? ¿Pudiste sentir como se iban?»

  Lloré con más fuerza. No quería hacerlo, pero no podía parar.

No podía parar, así que pensé en todas las cosas malas, pensé con intensidad en todas esas cosas, más y más, hasta que me puse a llorar con tanta fuerza que tuve que dar boqueadas para poder respirar entre sollozos. Pensé en cómo mis bisabuelos habían muerto de inanición. Pensé en cómo habían arrojado sus cuerpos consumidos a incineradoras una gente a la que no conocían pero que les odiaba. Pensé en cómo los niños que vivían en la casa se habían abrasado y saltado por los aires porque un piloto a quien no le importaban había pulsado un botón. Pensé en cómo le habían arrebatado a mi abuelo su familia y en cómo debido a eso mi padre creció sintiendo que no tenía padre. Pensé en mí, en que padecía estrés agudo, en que me consumían las pesadillas y que ahora estaba sentado solo en una casa que se caía a trozos derramando lágrimas ardientes y estúpidas por la camiseta. Y todo debido a una pena acumulada durante setenta años que de algún modo me había sido transmitida como si se tratara de alguna herencia ponzoñosa, a unos monstruos a los que no podía combatir porque estaban todos muertos, a los que ya no podía ajusticiar ni castigar ni someter a ninguna clase de juicio. Al menos mi abuelo había podido alistarse en el ejército e ir a pelear contra ellos. ¿Qué podía hacer yo?


El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares

lunes

Cartas que no saben volar



Están por todas partes, incluso algunas de ellas archivadas en mi mente. Las recito, pienso y recompongo muchas veces al día, sin lograr elegir la correcta me quedo con una colección interminable de palabras cargadas de diferentes sentimientos. La textura que adoptan al pasar por mis labios no acaba de gustarme, quiero dejarte un buen sabor de boca... quizá logre que respondas.



domingo

Hay quien dice...





“Hay quien dice que Dios antes de amasar el barro con que después fabricó al hombre y a la mujer, comenzó dibujándolos con una tiza en el cielo de la primera noche, de ahí nos viene la única certeza que tenemos, la de que fuimos, somos y seremos polvo y que en una noche tan oscura como aquella nos perderemos."


Todos los nombres / J. Saramago

miércoles

Para siempre

Siempre creo que todo va a durar para siempre, pero nada dura para siempre. De hecho, nada existe más allá de un instante, salvo las cosas que retenemos en la memoria. Yo siempre intento retenerlo todo —prefiero la muerte al olvido—, pero, al mismo tiempo, tenía muchas ganas de que nos fuéramos, dejándolo todo atrás. Y así es la vida: no hay modo de encontrarle sentido.
Llevaba seis meses y siete días con Jerry. Los árboles del parque empezaban a perder las hojas, un desorden amarillo y rojizo sobre la hierba, triste y crujiente, y cada vez morían más tiendas en la plaza, más puertas y escaparates quedaban tapados por placas de contrachapado. Había basura por todas partes, en el suelo, en la calzada o primero recogida en montones y luego aventada, como las hojas de los árboles, por algún camión al pasar. Las noches eran más tranquilas que antes, y siempre identificaba -sus- pasos cuando subía dando zapatazos por la escalera. Sus pisadas eran más lentas y más pesadas y sonaban más a cansancio que las pisadas de los demás inquilinos, incluidas las del -viejo-, que era gordo y padecía de asma y también tardaba muchísimo en subir.

  Estaba yo despierto, una noche, departiendo conmigo mismo, pero también pendiente de la llegada (...), como solía, cuando oí el ruido del portal abriéndose y cerrándose, y luego las lentas pisadas, tan familiares, subiendo el primer tramo de la escalera, hasta llegar al primer rellano y pararse a descansar, como siempre. Pensé que pronto abriría la puerta y, si no venía demasiado tocado, encendería la luz y se quedaría en calzoncillos y se sentaría en el borde de la cama y me hablaría un rato. Estaba ya llegando cuando oí el ruido. Nunca había oído el ruido que hace una persona al caerse por las escaleras, pero supe, cuando aún no había cesado, lo que significaba esa prolongada sucesión de golpes. Luego no hubo ningún sonido más, sólo el silencio, tendiéndose como una manta.

Sam Savage

viernes

Lavarse el alma




Creí que éramos iguales, dos gotas de agua en un eterno caer; y así me sentía la mayor parte del tiempo... con él, nada valía tanto la pena para detenerme, recapacitar, tratar de intuir hasta donde me llevaría tanta insensatez.

Sus bellos y feroces ojos me inundaban hasta derramar la mayor cantidad de lágrimas que -alguna vez- creí contener dentro; separarnos era similar a lavarse una y otra vez el alma, ponerla a secar prendida de broches al sol y luego de vuelta cuando teníamos tiempo de compartir, con el alma casi intacta, volver a dejarme ensuciar por su presencia. Era delicioso. Tenia una manera tan hermosa de pintarme el mundo que jamás di crédito a lo que se murmuraba sobre su tren de vida, la bajeza de sus actos, aceptar que era solo una más de sus encantadas;  como el solía llamar a las mujeres que de pronto nos topábamos y sé le quedaban mirando de manera rabiosa sin que ninguna llegara a decir una sola palabra.

Me volví la gota más pesada de la tempestad e irremediablemente me estrellé en el asfalto teñido de mentiras. Me devoró la alcantarilla, y una vez dentro de sus entrañas logré reconocerle como realmente era, su comportamiento y lo errada que me mantenía mientras nos "volvíamos" eternidad. Él prácticamente me consumía. Tomaba mis brazos como suyos, se colaba en mis venas y me llevaba al éxtasis de una noche que pronto fue la resaca del día siguiente, el que le seguía y así toda la semana. 

La abstinencia siempre ha sido la piedra en mi zapato...

Jamás se lo conté a nadie, al menos no de esta manera... realmente creí que si no me extrañaban lo suficiente como para preguntar en donde me metía, mucho menos tendría alguno el interés de escucharme, aún y cuando era evidente mi estado. sólo me faltaba escribir alguna leyenda en mis marcadas y enormes ojeras al llegar, algo como "sí, ando en malos pasos" o, "naufragué en la otra esquina y ahí me quedé tendida un mes". No sé, cuando estas tan sumergida en tanta basura, piensas que así será siempre y que aún sin ser buena prediciendo juras que mañana llegará el final.
 
Tengo las marcas recientes -color verde- en los dos brazos, mi interior se siente un tanto frágil y me cuesta encontrar la manera de vaciar mi alma... y por extraño que esto parezca, quisiera sentir que me extraña, que tengo un lugar a su lado, para disfrutar la lluvia, la caída... 
Siento añoranza, lo extraño tanto, lo quiero aún, mucho más de lo que debería y cuando pienso que ya me sustituyó me da coraje, celos, rabia y ganas de volver. Pero pronto comprendo que ya no soy la misma y con todo mi empeño no podría dejar de cuestionar esto y aquello, las miradas, la escasez de ternura y los chantajes para forzarme a conectarme con su realidad.
 
Me tenderé al sol el tiempo que sea necesario.


Taun


jueves

Inmensidades / Alguien dijo



Grandes pasiones en lugares pequeños, grandes tragedias en minúsculos escenarios. El ser humano guarda en su interior inmensidades que transporta consigo, es incapaz de minimizarlas y hacerlas desaparecer a su conveniencia. Las arrastra toda la vida con su mastodóntico volumen y se deja la piel en ello.
 

Alicia Giménez Bartlett
 

viernes

Eso era amor / Alguien dijo





Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
               -¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes
                    respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.


Ángel González

jueves

Tiritando

 
 
 
Dicen que si no puedes con ella, te le unas... la tristeza viene cantando las letras de Adele e irremediablemente doy mil parpadeos que disipen las lágrimas, porque en días así no queda mas que ajustarse lo que se haya movido de lugar y esperar a que el sentimiento pase.


Me quedé al filo de la banqueta, el charco más próximo reflejaba mi figura y esa mirada, esa que ya empezaba a extrañar lo que acababa de soltar. Los brazos aun estaban calientes y sin embargo algo dentro de mi tiritaba.



Podría seguir escribiendo y dando vueltas sobre el mismo tema, pensando y diciendo una oración quedita pero no menos cierta sobre cuanto es que lo siento, y es qué es verdad, se siente de más y se expresa aun menos de lo permitido. Como me apena no haber dicho a tiempo lo que ese mismo tiempo ya borró, las fibras más sensibles se han quedado interrumpidas y lo único que las termina de llenar es este nefasto y nada grato sentimiento de morirse poco a poco.


Sigue la música "Crazy for youuuu ♫", loca por todo, por ser lo más fácil que puede haber en el mundo, hacerse la loca cuando se debería pensar doble, hacer lo correcto y comportase desde el centro de la vida, de mi vida, de este  espiral que me ha tocado "torear".


-¿Pero que digo? Se han ido a la basura un montón de páginas en mi diario donde declaro lo contrario, que risa, que triste... amo las galimatías; son esa parte de tu vida que se ha quedado -por alguna razón- al margen de la historia y sin embargo cuentan tanto, valen tanto que es inservible negarse a que salgan a flote. Se me han juntado tantas y de tantos matices que no se por cual empezar, mi cabeza lanza ideas que a duras penas mis dedos logran expresar, captar, definir y dar a entender... 

Taun.



De día y de noche



(...) de día y de noche. 
Dondequiera que estemos, 
la sombra que trota detrás de nosotros 
tiene sin duda cuatro patas.




DOCTORA CLARISSA PINKOLA ESTÉS

lunes

Se va mi voz



Te vas de mi, y me dejas el frío que todo entume

te alejas poco a poco, con la fuerza de una gacela

te pierdo amor mientras mi mano ondula al viento

te digo adiós, mi vida
 y se va mi voz, mi placer... la mitad de mi ser.
Taun.

sábado

Escóndeme / Alguien dijo


Escóndeme

Escóndeme que el mundo no me adivine.
Escóndeme como el tronco su resina, y
que yo te perfume en la sombra, como
la gota de goma, y que te suavice con
ella, y los demás no sepan de dónde
viene tu dulzura...

Soy fea sin ti, como las cosas desarraigadas
de su sitio; como las raíces abandonadas
sobre el suelo.

¿Por qué no soy pequeña como la almendra
en el hueso cerrado?

¡Bébeme! ¡Hazme una gota de tu sangre, y
subiré a tu mejilla, y estaré en ella
como la pinta vivísima en la hoja de la
vid. Vuélveme tu suspiro, y subiré
y bajaré de tu pecho, me enredaré
en tu corazón, saldré al aire para volver
a entrar. Y estaré en este juego
toda la vida.
 

Acompañando a Eva



Creo que a todos nos llega ese momento en que dejamos de ser interesantes, útiles o deseados. Y si después de darte cuenta te dan unas ganas enormes de hacer un berrinche, sabes que no tendrá ninguna consecuencia, así que te lo ahorras. Si te observara desde lo lejos alguna persona mayor diría -con seguridad- que has madurado. Pero sabemos, sabes que no es así, tu no eres de las que caen una vez del árbol y se quedan a disfrutar de la sombra. Tu eres de esas que les gusta ser tentación; así que te quitas el polvo, tomas pocas hojas que te cobijan y emprendes el viaje al cielo; de nuevo a ser -al menos en tu pensamiento- interesante y deseada. Pero que le vamos a hacer, una de esas, como tú, acompaño a Eva en su camino al pecado.

Taun.


viernes

No me dueles nada



Quizá en otro tiempo hubiera echado a volar, dejado abierta la jaula y tomado lo que me dabas -eso que repetidas veces se convirtió en nada, estando en mis manos. Te hubiera esperado a la salida, saludado con la sonrisa y el beso cálido; la historia hubiera seguido como lo planeamos, como lo deseabas desde el principio. 
 En algún punto he tomado el sendero largo hacia el final, ese donde no caben dos, mucho menos tres. Y quisiera decir que lo siento, que me duele y que volveré. Sin embargo las palabras se niegan a salir, se convierten en una masa extraña que se guarda en algún lugar muy profundo de mi ser para salir a media noche en forma de parvada de pájaros enloquecidos buscando la luz...
 No me dueles nada, no siento más que este extraño halo de pequeñas partículas de polvo que rodean e impulsan  mi cuerpo y es justo decir que jamás volveré.

Taun.

jueves

La senda del tiempo ♪


A veces llega un momento
en que te haces viejo de repente
sin arrugas en la frente
pero con ganas de morir.

Paseando por las calles
todo tiene igual color
siento que algo hecho en falta
no se si será el amor.

Me despierto por la noches
entre una gran confusión
es tal la melancolía
que está acabando conmigo.

Siento que me vuelvo loco
y me sumerjo en el alcohol
las estrellas por la noche
han perdido su esplendor.

He buscado en los desiertos
de la tierra del dolor
y no he hallado mas respuesta
que espejismos de ilusión

He hablado con las montañas
de la desesperación
y su respuesta era solo
el eco sordo de mi voz

A veces...

Celtas Cortos.

martes

La puerta



Siempre y  nunca rondaban nuestros encuentros, 
y al tiempo que daban un inmenso placer también dolían. 
Éramos un fuego intenso, siempre caliente y al rojo vivo. 
Después del adiós una parte de mi arde con intensa sinrazón. 
Ignoramos que nuestro siempre duraba muy poco tiempo;
aun cuando estar en tus brazos me parecía una eternidad sobre otra,
 -así hubiera querido. 
El "nunca" se plantó como un inmenso árbol entre los dos, 
 mientras crecía nos separaba
 hasta el hecho de pensarte alerta las ramas de la culpa 
que me estremecen sacándome de ese espacio
 donde "para siempre" pudiera ser real,
 pero no logro abrir esa puerta. 


 

domingo

Tres mujeres, tres miradas (borrador)


Me he quedado como una estatua, sin tu voz no se para donde "jalar".
¿Qué pie va primero? ¡y si el respirar esta suspendido, quizá he muerto!.
Soy un trozo de piedra que no puede sentir más, creo que incluso lo bello me dolerá, el calor, el frío. El intervalo entre un si y un no me podría matar. Me he quedado en la esquina del tiempo, viendo como pasa la vida, sin lograr volver atrás.
Se ha quedado como una estatua, cree que sin su voz no tiene a donde ir, no sabe que pie mover primero, o si su respirar suspendido la hace estar muriendo. A simple vista es un trozo de piedra que no puede sentir más, cree que incluso lo bello le dolerá, o lo simple como el calor, el frío. El intervalo entre el si o un no, le parece una eternidad, imagina que eso la podría matar. Se ha quedado en la esquina del tiempo, muy cerca de mi hogar, viendo como pasa la vida, sin lograr nada más. 

Ella la mira por la ventana mientras la lluvia cae tenue y todo lo empapa en segundos. La delgada cortina amarilla con pequeñas flores azules y grises avanza de adelante hacia atrás dando cuenta que el tiempo sigue su marcha. Se han quedado petrificadas, bellas estatuas hechas a base pequeños golpecitos que les dieron forma y las forzaron a ser como son. Ya no saben hacia donde avanzar, pierden el interés en respirar. Abren una extraña brecha no marcada en su destino, miran a un lado y a otro  sin poder decidir. Desde lo alto las observo impávida, en silencio.

jueves

El próximo abril


Él roba placeres, meses y pensamientos, vive muy dentro de mi. Y al parecer le gusta ser inoportuno y duradero. Amanece meciéndose en mis venas y al medio día detona la chispa de este terco amor que se niega a morir. 
Por la tarde me hace querer correr hacia alguna parte, librar los obstáculos para simplemente apaciguar estas infinitas ganas de tenerle cerca, de sentir y saber que aun esta ahí, para mi.


El otro día, mientras conducía se ha atrevido a trastornar mi entorno y  cada persona que pasaba o se cruzaba en mi camino tenia algo de él. Su sonrisa, la mirada o ese gesto que lo vuelve tan irresistible... 

Seguramente estamos destinados a pisar el mismo lugar, aunque por hoy vivamos tiempos difíciles y distantes; quizá en otra vida, tal vez el próximo abril compartamos la tibia primavera.

miércoles

Alguien por ahí (Alguien dijo)




"Me parece que es demasiado aburrido que siempre le sucede lo mismo a todo el mundo en todas partes. Si hay tantas personas en el mundo, tiene que haber alguien por ahí que tenga una vida extraordinaria y emocionante. ¿Pero por qué no puedo ser yo?”

La melancolía de Haruhi Suzumiya

Tú, espacio vacío

 
Quería tenerle a mi lado de la manera más egoísta que se puedan imaginar. Él con su vida, yo jalando la mía, esa que me había forjado antes de conocerle. Y cuando el tiempo lo permitiera y estuviéramos dispuestos compartir esos fragmentos que completaban y expandían mi realidad, como ninguna otra persona había logrado hacerlo. 
Quizá al principio por la insensatez de nuestras edades parecía algo factible y con un esfuerzo extra, salvable. 
Lo que no previmos fue que el extra se convertiría en una tortura, un pensar constante de como y cuando, para al final solo terminar diciendo no; hoy no se puede, mañana tampoco. Y la agenda vacía se llenaba de quehaceres y deberes que terminaron por echar lo nuestro -que bailaba desde el principio al filo del abismo- a la profundidad.

Y hoy, que te extraño y puedo admitirlo... decirlo en voz alta y no solo guardármelo; llegan a mi los innumerables encuentros, las risas y ese espacio vacío que sentía en mi interior justo segundos antes de ver tu hermosa cara sonriéndome para luego chocar nuestros labios y componer esa pequeña rutina, que era un extraño rompecabezas dentro de mi, con sus piezas rotas y todo, pero al final nuestro.

sábado

Mi Soledad (Alguien dijo)



Uno de los efectos del enamoramiento loco y obcecado es que anula los sentidos para percibir lo que acontece a tu alrededor. Corta al ras la sensibilidad, la capacidad para la percepción. Te obliga a concentrar tanto la atención en un ser único que te aísla del resto del universo, te aprisiona dentro de una coraza y te mantiene al margen de otras realidades aunque éstas transcurran a dos palmos de tu cara. Cuando todo saltó por los aires, me di cuenta de que aquellos ocho meses que había pasado junto a "Él" habían sido de tal intensidad que apenas había tenido contacto cercano con nadie más. Sólo entonces fui consciente de la magnitud de mi soledad.


El Tiempo Entre Costuras
María Dueñas

Aquí y ahora




Tan cerca, que si quisiera tocarte
 me bastaría estirar el brazo, 
cerrar los ojos y sentir el calor que emana de tu cuerpo. 

Tan lejos, que apenas  logro entender lo que tus ojos pretenden decirme,
y necesitaría un par de horas para lograr disolver ese pequeño espacio que nos separa.



miércoles

Adicta a ti



Adicta al rocé de tu piel sobre la mía,
las vueltas que damos -al mundo- en una noche.
Las horas que estreno corazón y sentidos
al tiempo que me descubro intacta para ti.

A los sueños que se apoderan de mi realidad,
mis pies que no quieren, ni recuerdan como volver.
El latido constante de la felicidad, sin maldad.
 Adicta a respirarte  y escucharte...


sábado

Perfil



No encontraba la imagen perfecta, esa que fuera acorde a su mirada y aun mas allá; a lo que realmente sentía. Ya no se encontraba, ni en esas setenta fotos tomadas unas tras otra, ni en las que habían sido canceladas en la memoria de aquella antigua cámara.
Todo parecía extraño, ver al hombre que amaba una y otra vez, no lograr sacarlo de su mente le fastidiaba enormemente. Cambiar de calle no le parecía algo práctico, no había suficientes en la ciudad que la desviaran de aquel sentimiento. Y se preguntaba como le hacían los demás, quizá no todos reflejaban lo que realmente son, lo que llevan por dentro. Eso que te come poco a poco y duele, pero no te animas a detener por miedo a quedarte sola...  y ahora ella, realmente, quería hallarse.

jueves

No somos...



No somos piezas sueltas.
Pero cuando nos ensamblamos,
tú y yo formamos
la máquina humana
más feliz y perfecta.


Autor: Carlos Salem

sábado

Miedo (Alguien dijo)



"-Le tengo miedo (...) y por eso le conozco. Si tienes miedo de alguien le odias, pero no puedes dejar de pensar en él. Te engañas diciéndote que de verdad no es tan malo, pero luego, cuando vuelves a verle... es como el asma, no te deja respirar."

William Golding

jueves

Últimos días de niebla


Entre más se acerca la primavera sientes que el frío cala mas fuerte, los sueños se niegan a ser y se van quedando atrás... tú avanzas, el tiempo te empuja a ello mientras eso que tanto amabas o creías amar se desvanece tras los últimos días de niebla. 
Lo que sigue lo sabes de sobra, lo reconoces aun cuando no llega del todo; y  esa zozobra de haber tomado la mejor opción, el miedo a caer en arrepentimientos y volver con la cabeza entre las piernas y el corazón en la boca a pedir lo que siguen a mil oportunidades, te taladra la cabeza poco a poco. El cielo se cae lentamente, es todo un rompecabezas nefasto al que siempre le falto una pieza, ese juego que el tiempo destiñó antes de poder acabarlo, entenderlo y disfrutarlo.
Esperas algo, ahora no sabes bien a bien que es eso que anhelas frente al espejo, con los ojos un poco tristes y esa sonrisa que siempre te delata  y sin embargo sabes que haga frío o calor  va a llegar.

Taun We

miércoles

Cada vez que hacemos algo...


 "El ser humano ha olvidado que no tiene otro remedio que convivir con el espanto de la naturaleza, con la frialdad de la naturaleza, que es como el corte de un bisturí sobre una mesa de mármol. Eso está ahí. Los humanos nos hemos protegido de esa frialdad, nos hemos rodeado de una serie de amortiguadores, tratando de sobrevivir física e intelectualmente ante el hecho de que somos insectos bajo la bota de los dioses. ¿Qué pasa? Que ignorar esa realidad es una mentira. Si tú construyes una urbanización en una cañada, algún día bajará el agua por ahí. Aunque tarde siglos, bajará y se lo llevará todo. Entonces, cada vez que hacemos algo, esto lleva implícito el desastre."


Arturo Pérez-Reverte



Aprendiendo a volar (Alguien dijo)



“No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar pierden el tiempo las que pretendan seducirme.”

Autor: Oliverio Girondo

martes

Qué terrible es amar algo que la muerte puede tocar...



Creo que confunden mi "cabreo" con altanería, una extralimitada...cuando en realidad tanta indiferencia de mi parte se limita a un profundo duelo, a no entender el por que de tanta basura e incoherencia en la mente de las personas que hace poco creía comprender, sentía que teníamos algo insondable.

Con esa falta de sinceridad, tanta careta rondando mi vida me pongo muy mal, y soy la peor de las personas; tanto que incluso me alejo de mi, de mis pensamientos y me ahogo en un montón de actividades para no pensar o al menos mantener bajo control mis impulsos. 

No dudo que quizá perderé mucho más de lo que pretendo obtener, lo lamento, pero es el paso que me toca dar para sanar lo que tenga oportunidad y lo que no, pues ya nos tocará hacerle un buen funeral...


Este momento (Alguien dijo)

Tantas cosas que tenemos que desaprender,
comenzar de nuevo, decidir creer.
Tantas guerras fui buscando paz,
y lo encuentro en lo que tú me das,
hoy tus brazos me sostienen antes de caer

Si antes de llegar a ti
me tuve que perder y cuantas vueltas di.
A punto de volverme loco,
me sanaste poco a poco.
Tu voz, apaga mi silencio y mi contradicción.
Y por favor, no des ni un paso afuera de mi corazón,
que por ti la eternidad se ha vuelto este momento

Hay demonios que al fin pude desaparecer
porque vi en tus ojos lo que quiero ser,
Si te tengo no hace falta más,
ya no hay nada que buscar atrás.
Eres el presente y donde quiero estar

Si tuve que pisar el bando
y al infierno ir, fue para aprender.
Me enseñaste la salida, regresándome la vida.

Porque el cielo entero cabe en este sentimiento,
y lo que buscaba afuera lo he encontrado dentro,
que por ti la eternidad se ha vuelto este momento.




Este momento
Camila
Elypse/ 2014

viernes

El que busca...



El que busca encuentra, pero a fuerza de tanto buscar chocas con una pared de verdad; te destrozas la poca cara que te queda y aun así te atreves a pensar: -¡qué mas da! Lloraré tanto, después, que los golpes y cicatrices apenas se notarán. 
Yo encontré, lo confieso, y frente a la evidencia no tienes tiempo de ponerte escéptica. Tus piernas flaquean a la vez que quieren salir corriendo y dejar la búsqueda atrás. Vaya ironías de la vida, si ya sabía -de alguna manera, sin pruebas- que he vivido con el  lobo, que decía que me amaba, me miraba, me comía y al final de todo me trago -sin apretar el gatillo.

lunes

Tumbados



Es nuestra isla en medio de tanto ajetreo y caos. Pasar las horas tumbados sobre aquella vieja y ruidosa cama, desnudos. En ratos amándonos y otros simplemente dejándonos estar, sin pensar, soñando que a pesar de todo existe un lugar al cual pertenecemos y siempre podremos volver.

Un cuerpo sobre el otro, y luego vuelta al mundo en una historia. Un bostezo largo y aparece su sonrisa encantadora decorando la miseria del lugar. Un edredón enredado que cubre lo que a la vista de muchos seria un error, pero debajo solo veo amor. Su voz fuerte, penetrante y cálida a la vez satura mi realidad y no hay otra cosa que quisiera escuchar.

Lo quiero como si lo hubiera forjado entre mis manos, con mi calor; pensando cada detalle, planeando cada encuentro que nos lleva a naufragar.


martes

Canto real



Al lado de aquella luz encendida a media noche, 
somos el canto del pájaro que jamás nació.
El poeta que no se atreve a plasmar sus palabras,
el llanto que nunca líquido se volvió. 
Eres y soy la luna de medio día que pocos logran amar.
El maullar de un gato muerto en la ventana, con su olor, 
su nauseabundo entorno en el cual nada floreció. 
Sin embargo y a pesar de ello, creo que bajo tanto error,
 la belleza oculta esta,  el amanecer florecerá, 
el gato será abono como tu piel y la mía. 
Quizá algún canto real recite nuestra historia y 
el poeta se atreva a escribir.


Taun We


viernes

Birds


La vida es una cabrona sin corazón que te lanza al vacío sin alas, y mientras intentas adivinar como caer, ya tiene planeado el siguiente abismo, que te espera, en caso de salvarte. 



jueves

Otro bulto (Turu-ru)


Algunas veces quiero descansar, dormir mucho tiempo y que una mañana me animen diciendo: "No inventes, ya es martes ¡arriba!"

Y que de esta noche de jueves a ese día la vida siga su curso y mi lugar quede vacío en la fila del supermercado, que alguien más prepare el café de las mañanas, las personas cuenten al espacio -que no ocupo- sus penas. Que llore mi celular hasta quedarse dormido, sin batería y que olvide encenderse con la chocante alarma que canta algo muy "turu-ru.".
Que ese bendito martes de cualquier mes, la vida empiece otra vez para mi, un reinicio bien rico y comer con hambre, beber agua simple y apreciarla. Tomar y probar de todo un poco; una fresa, una manzana y no acumular culpa por una gran rebanada de pastel.

Otras veces solo quiero dormir, soñar algo lindo -contigo, por ejemplo, que te extraño tanto cada hora- y despabilarme al día siguiente y pues nada, seguir queriendo hacer cosas tontas como decir "es viernes" -típico- aunque no haga nada y luego volver a lo mismo, cansarme para -si es posible- cuando muera al fin, de verdad, solo despertar.

Hazme polvo


Hazme polvo.
En la cama. En el suelo. De espaldas.
Agachada. Sobre la mesa. Contra la pared.
Aquí, allí. Así.
Hazme polvo
y, luego,
sopla.

Elvira Sastre