Es verdad que el mundo, la realidad y en general la vida se vuelve lo suficientemente horrible que ni siquiera osas asomarte a el espejo en tu habitación, prefieres seguir despeinada y agrandar la fealdad de tu entorno.
Te pudres lentamente, primero el corazón -una partecita- y el costado derecho, la espalda y...como no, tus parpados parecen caer más y más bajo cada día. Por fin descubres que has amanecido sin un pie -ese que esta tendido sobre la cama inmóvil-; y mientras intentas volverlo a su lugar caes en la cuenta de que después de todo perder un par o trío de dedos es incalculable.
2 comentarios:
Ahhh, dijera la ley de Murphy, cuando crees que nada peor puede suceder... algo pasa.
Besos Taun.
Y que siga pasando, siempre es así... en lo bueno y en lo malo.
Gracias por leerme, otro beso para ti.
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