Ojos bien cerrados, luces apagadas y en mi interior una lluvia de ideas continuas que no siempre mojan.
Una palabra, un sentimiento y tus recuerdos a mi alrededor.
Un "querer" constante, un dolor punzante y el tic-tac de mi reloj.
Un "querer" constante, un dolor punzante y el tic-tac de mi reloj.
Veinte minutos de cada noche que te dedico sin cesar, un suspiro anhelante y una composición sin final.
El sueño comienza a llamarme y solo puedo pensar cuanta falta hace una libreta al lado de mi alfeizar.
Taun We
Taun We
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