Y el abominable hombre de las nieves nunca respondió; pero que puedo esperar si soy sincera y el tan frío... nada compatibles.
Aunque dicen que la mala hierba nunca muere, creo que en algún punto del camino pierde efecto su ponzoña, te haces inmune o terminas por acostumbrarte. Esto último me turba, es natural toparte con la suela de un zapato, quizá de muchos y hasta ahí, dejar que te aplasten es otra cosa.
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