Fui soldado de una guerra de ante mano perdida. Navegué mares que besaban la cara de las tormentas y se mecían gustosos al compás que estas marcaban. Besé los labios del rencor escondido dentro las murallas de tu piel. Caminé por áridas tierras y calurosos desiertos por encontrarte. Escuché tus latidos entre el olvido y la sin razón. Cubrí tu rostro y abrasé nuestro silencio cuando todos emitían opiniones. Y aun así la guerra se perdió, ya no volverás. No tengo más que esta fe, vana esperanza de que escuches mis gritos sin saber quién soy.
Taun We
3 comentarios:
cuando los gritos los da el corazón,te aseguro que llegan a los oídos de aquel que tiene grabados esos latidos.
Vale , me gusto mil esta entrada !!
Por que me aparece un Kapcha???!
Arduo camino recorrido. Y como dice el Nomo de la Luna, los gritos que da el corazón, llegan a los oídos de aquel que tiene grabados esos latidos... y sino, hay que gritar mas fuerte.
Besos rabiosos
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